Aunque son los diferentes y múltiples conciertos de bandas del Festival Antrospinos, en Taragoña, los que atraen a miles de personas, hay un evento dentro de su programa que, con el paso de los años, va ganando un mayor número de adeptos en cada edición. Se trata de la matraquillada, que ayer alcanzó un récord en la cifra de máquinas agrícolas participantes. Fueron 40 los vehículos que hicieron rugir sus motores para tomar la salida pasadas las cinco de la tarde desde Campo Maneiro en una comitiva encabezada por un coche patrulla de la Policía Local rianxeira, que fue abriendo camino con total seguridad para el tráfico y el desarrollo de dicho desfile.
Aunque la mayoría de integrantes eran tractores y chimpines, con sus correspondientes remolques o carros, en cabeza de esta verbena ambulante se pudo ver un Honda Civic tuneado para la ocasión. Iba en cabeza, como si se tratase del Safety Car en una carrera de Fórmula 1, y era conducido y ocupado por las madres de algunos de los muchachos que manejaban varios matraquillos. Como ellas no disponían de esos aperos, pero no querían perderse el evento, pidieron permiso a la organización para participar de ese modo. Iban incluso disfrazadas de "chicas de la Cruz Roja" o enfermeras a las que no les faltaba ni tan siquiera la camilla para atender a posibles heridos, una intervención que no fue necesaria.
Además, fueron más de medio millar de personas de diferentes edades las que iban subidas a esos matraquilloss, sobre todo en los remolques de los que tiraron durante el desfile que les llevó desde Campo Maneiro a la playa de A Torre, pasando por varios lugares de la parroquia rianxeira de Taragoña. Se incluyó una parada obligatoria de casi una hora de duración en el chiringuito del referido arenal, para el necesario avituallamiento en el que reponer energías y refrescarse, algo que hicieron también mojándose con agua unos a otros para tratar de mitigar el calor, contando para ello con la implicación de varios de los vecinos de los sitios por los que atravesaron, también dándose un chapuzón en la playa.
El recorrido acabó en Campo de Pazos, donde se expusieron esos vehículos agrícolas convenientemente adornados y equipados con cualquier objeto para protegerse los tripulantes del sol, como sombrillas y cubiertas de lona. Mientras se desarrolló esa exhibición tuvo lugar la actuación del grupo De la Cruz Show. Sirvió de calentamiento para lo que vendría a continuación, pues al concluir ese espectáculo, los participantes regresaron hasta Campo Maneiro, en donde se iba a desarrollar la segunda velada de conciertos con Neverloura, Vadebo, Ruxe Ruxe, Skama La Rede, Ezetaerre y DJ Enxebre. l