El Expediente de Regulación Temporal de Empleo puesto en marcha por la dirección de Lantero en febrero ya no afecta a ningún trabajador de la plantilla de O Pousadoiro, pese a que tenía una duración de 42 meses. Es más, la empresa tuvo que recurrir a las ETTs para contratar a cinco operarios, que se encuentran en estos momentos cubriendo las vacaciones del personal fijo de la fábrica.
Los cinco ETTs trabajan con unas condiciones distintas a las del resto de la plantilla, rigiéndose por el convenio estatal del sector.
Una medida que para los representantes de la plantilla tiene un doble significado. Por un lado demuestra, dice Jesús López, presidente del comité de empresa, que el ERTE no era necesario, tal y como defendieron los trabajadores desde el primer momento.
En este sentido cabe recordar que el expediente de regulación temporal fue “el mal menor” para los trabajadores de Lantero, que en un primer momento se enfrentaron a un ERE extintivo que afectaría a cerca de medio de centenar de empleados.
Sin embargo, la aplicación del ERTE fue desde el primer momento mucho más laxa de lo que aparecía en el acuerdo y en estos momentos no afecta a ningún trabajador, lo que evidencia que el nivel de producción precisa de la totalidad de la plantilla.
“El ERTE no respondía a ninguna necesidad, como dijimos desde el primer momento. Fue maquillaje para hacer limpieza de personal con un objetivo que quedó claro tras la operación que se produjo después”, aseguró el presidente del comité en referencia a la venta de Lantero a DS Smith. El gigante británico adquirió la sección de cartón ondulado de Lantero por 190 millones de euros. El acuerdo todavía está pendiente de la aprobación de la Autoridad de Competencia, lo que se prevé que ocurra en el último trimestre del año. n