El armador de un barco del cerco de Cambados autorizó al personal de la lonja de Tragove a tirar al mar más de cuatro toneladas de chinchos (jurel pequeño) al no haber ningún comprador que se interesara en la adquisición de este pescado, que en las últimas semanas está alcanzando una cotización muy baja en las rulas.
Fuentes de la Cofradía de Pescadores de Cambados confirmaron este hecho, aunque indicaron que no se trata de una práctica habitual por parte de los armadores.
Cuando el barco atracó en el puerto de Tragove, marineros y personal de la lonja descargaron unas 350 cajas de pescado que fueron trasladadas a la lonja a la espera de la subasta.
Tras comprobar que nadie se interesó por ese pescado, el armador del barco autorizó a personal de la lonja cambadesa a deshacerse de las cuatro toneladas de chinchos que, al parecer, tirarían en una zona próxima al mismo muelle cambadés.
Fuentes del sector del mar indicaron que el pescado está cotizando a la baja en las lonjas gallegas y que no solo en Cambados se producen problemas para vender toda la mercancía que traen los barcos.
En este sentido, indican que la pasada semana en la lonja de Riveira se han vendido cajas de esta especie de pescado al precio de treinta céntimos, y eso que cada una de estos recipientes tiene capacidad para quince kilos.
Esta situación preocupa a un sector que tiene en la bajada de precios uno de los mayores problemas a la hora de rentabilizar la inversión que realizan.
Desde la Cofradía de Cambados apuntan que la norma general es que se venda todo el producto que se subasta, aunque los precios no siempre sean satisfactorios para los pescadores. Por ello, insisten en que este episodio de tirar el pescado al mar es un hecho puntual y que no responde a una norma general.