El vivero industrial de empresas puesto en marcha por el Concello ya está generando un importante interés que incluso podría notarse en la ocupación de parcelas del polígono industrial de Sete Pías en el que asienta. Y es que su espacio y condiciones están pensadas para emprendedores y no cumplen con todas las necesidades de los interesados, pero no descartan buscar otro lugar en el propio parque, lo que también resultaría positivo, como expuso el concejal de Economía, Xurxo Charlín.
El edil es el artífice de esta iniciativa y en estos días ha recibido la visita de empresarios interesados en el vivero, el único de sus características en la comarca. Entre ellos había una empresa de envasado de aceite de oliva que incluso exporta productos a China y Estados Unidos, pero con unas necesidades de espacio superiores a las del antiguo edificio de la cooperativa agrícola Forvi, donde se ha habilitado. No obstante, no descartaban estudiar otras parcelas e instalaciones de Sete Pías que actualmente no tienen actividad.
Un cocedero, una empresa relacionada con la automoción y un hostelero que quiere reciclarse dedicándose a la elaboración de repostería artesanal y de delicatessen son los otros proyectos que han pasado por el despacho de Charlín en estas jornadas.
Todavía no se ha hecho ninguna solicitud para ocupar una de las naves, pero el concejal se mostró satisfecho por el interés que está generando y más aún si, llegado el caso, algunos de estos negocios se instalaran en el parque industrial.
Cabe recordar que el vivero industrial dispone de cuatro naves con un tamaño que oscila entre los 332,80 y los 499,20 metros cuadrados y precios de alquiler que van de los 349,44 a los 524,16 euros al mes. Podrán solicitar su uso emprendedores de cualquier edad y sector, que dispondrán de un máximo de dos años para consolidar su proyecto en estas instalaciones municipales. Además podrán hacer uso de servicios comunes habilitados en el edificio como despachos, sala de reuniones y un lugar de asesoramiento.
Este proyecto nació tras el éxito del primer vivero municipal dirigido más bien a negocios de oficina. Se puso en marcha hace un año aproximadamente y hoy solo queda espacio en la zona de “coworking”, donde los empresarios comparten espacio, aunque luego disponen de salas para eventos privados, como el cierre de un negocio o una venta. En este caso la ocupación también es por dos años, porque el objetivo es ayudar en el arranque de un negocio. n