La primera concentración de Volkswagen Tipo 1 “Escarabajo” y motos clásicas de Meaño tendrá lugar este domingo (11:30, con salida de la Praza do Concello), pero no hay detrás del evento ninguna asociación promotora. Los organizadores son dos orgullosos poseedores del automóvil, Jesús Pazos y Manuel Lage, un entusiasta que vio la posibilidad de esta quedada cuando hace tan solo dos meses pudo adquirir por fin el vehículo de culto. 
“Cumplí un sueño que tenía desde niño: Siempre fue un modelo que me encantó”, confesaba ayer. Y para redondear la jugada, la unidad agenciada y él mismo son la de la misma quinta: “Los dos somos del año 1966”. 
El modelo de Volkswagen sigue siendo uno de los más reconocibles y exitosos de los coleccionistas, pero organizar quedadas es otra cosa. Hubo anteriores experiencias por nuestras tierras, pero se habían quedado en siete u ocho participantes. Limita mucho el hecho de restringir la participación a un único modelo, porque si se abre el abanico, entre Minis, Seats e incluso Mercedes pronto aparecen más entusiastas. 
No obstante, con tesón han logrado confirmar para este domingo a una treintena de Escarabajos. Con tesón e Internet, porque el WhatsApp, el Facebook y demás plataformas facilitan el poner en contacto a gentes con las mismas aficiones, aseguraba.
Tenían miedo, no obstante, de no lograr reunir a un nutrido grupo y por ello ampliaron la cita a motos clásicas. Con todo, la coincidencia con otros eventos de dos ruedas en Galicia ha restado participación y, paradójicamente, en Meaño habrá un buen número de Escarabajos y pocas motos, justo al revés de lo esperado. Por ello, hablan ya de “éxito” de esta primera convocatoria, que esperan repetir y mejorar para el año.
Mientras, habrá tiempo de seguir restaurando el clásico. Adquirir uno “no es difícil ahora, porque mucha gente los está vendiendo por causa de la crisis”. “Lo difícil es encontrar las piezas adecuadas”, porque aunque Internet ha desplazado a los desguaces para coches de tantos años, el no poder ver en persona las piezas que uno compra complica la transacción. Nuevas tecnologías al servicio de joyas con décadas y kilómetros a sus espaldas.