El Consello de la Xunta certificará hoy el relevo de Sagrario Franco al frente de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, después de ocho años como presidenta del ente. El máximo mandatario de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido cambiar a los presidentes de todos los puertos gallegos de interés estatal, excepto al de Marín. En la lista, como no, está Vilagarcía. Médico de profesión la viguesa Sagrario Franco llegaba a Vilagarcía como la primera mujer presidenta de la Autoridad Portuaria y protagonizó momentos de intensa tensión política con el actual gobierno local presidido por el socialista Alberto Varela. En este tiempo, y tras relevar Sagrario Franco al anterior presidente Javier Puertas, las relaciones entre Puerto y Concello no han sido precisamente buenas.
A lo largo de la jornada de ayer se hablaba no solo de la presidenta saliente, sino sobre todo de la persona llamada a sustituirla en el cargo y que, previsiblemente, se nombrará hoy. El nombre que suena con más fuerza es el del cambadés José Manuel Cores Tourís, con una amplia trayectoria a su espalda (fue alcalde de la capital del albariño, senador, diputado y también delegado territorial de la Xunta) y un hombre con un perfil muy político y de máxima confianza del círculo del presidente autonómico. Eso sí, su nombramiento supondría una vez más que Núñez Feijóo no cuenta con un vilagarciano para uno de los puestos más importantes de la villa y con una relevancia en cuanto a posicionamiento e imagen. Con una Gestora al frente del partido a nivel local algunos esperaban la elección de alguien de la casa que pudiese posicionarse para futuros comicios.Algo que se intentó, sin éxito, con Javier Puertas.
En todo caso el paso de Sagrario Franco por la Autoridade Portuaria de Vilagarcía no ha pasado desapercibida. Con ella circuló el primer tren de mercancías por la vía nueva hasta Ferrazo y se batieron records en cuanto a tráficos en los últimos años. En la otra cara de la moneda protagonizó una notable polémica por la cesta de Navidad a la plantilla del Puerto o por el uso del coche oficial. Sus roces con el gobierno local también plagaron titulares y la relación nunca llegó a estabilizarse. Con su marcha ahora empieza una nueva etapa y está por ver si se normalizarán las relaciones entre las dos administraciones.