Más de una veintena de casas arousanas están en posesión del “banco malo”

Más de una veintena de casas arousanas están en posesión del “banco malo”

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida popularmente como el “banco malo”, es la propietaria de una veintena de viviendas distribuidas por las comarcas de O Salnés,  O Barbanza y Ulla Umia.
Riveira es el municipio con un mayor asentamiento de la Sareb, que dispone de siete inmuebles  en la localidad barbanzana, mientras que en Vilagarcía y Sanxenxo tiene 3, dos en Boiro y uno en O Grove, Caldas y Meis.
El mapa con las viviendas se puede consultar en la página web creada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que cifra en más de cien mil los inmuebles adquiridos por la Sareb en el conjunto del estado español. Viviendas vacías que la PAH llama a ocupar siguiendo una serie de recomendaciones legales y protocolos de actuación que se pueden descargar a través de su página web lasarebesnuestra.com.
Entre estos archivos destaca el protocolo de la Obra Social de la PAH, “un manual de desobediencia”, según lo define la propia plataforma, “con información práctica sobre cómo realojar familias” mediante dos vías: Las ocupaciones individuales y las recuperaciones de bloques enteros propiedad de la banca.
Además, la PAH también pone a disposición de los usuarios de la web el “documento de inviolabilidad de domicilio” según el cual nadie, señalan, nadie puede acceder a la vivienda ocupada “sin orden judicial o consentimiento de su ocupante”; y la solicitud para presentar formalmente al banco un alquiler social de la vivienda.
El “banco malo” fue creado por el Gobierno español en 2012 para la gestión de los activos transferidos por las cuatro entidades rescatadas con el dinero público (Bankia, Catalunya Banco, NCG Banco- Banco Gallego y Banco e Valencia).
Lo cierto es que el estallido de la burbuja inmobiliaria ha generado para los bancos todo un negocio alrededor de las viviendas embargadas.  Un negocio que tiene una doble cara negativa. Por un lado supone un drama para las familias que son desahuciadas por impago de alquileres o hipotecas. Por el otro conlleva una reducción de los ingresos para los municipios, ya que la mayor parte de las viviendas expropiadas por los bancos no pagan el IBI. Otra cara de esta situación la ponen las viviendas vacías. Vilagarcía y Riveira se encuentran entre los ayuntamientos de todo el estado con un mayor porcentaje de casas sin moradores. Según los datos del INE, en la capital arousana son alrededor de 4.500 viviendas mientras que en la localidad barbanzana rondan los 3.800.

Más de una veintena de casas arousanas están en posesión del “banco malo”

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