Jóvenes con Síndrome de Down bailan con el Ballet Nacional

Jóvenes con Síndrome de Down bailan con el Ballet Nacional
Los jóvenes disfrutaron y demostraron que también son grandes bailarines ep

Un total de veinte jóvenes con Síndrome de Down cumplieron ayer su sueño de bailar con el Ballet Nacional de España (BNE). Tal es el caso de Germán, Sandra, Fernando o Pedro, quienes tuvieron la oportunidad de ensayar con bailarines profesionales.


Atentos a las instrucciones del director del Ballet, Antonio Najarro, los jóvenes, de todas las edades y muchos de ellos con experiencia en baile, fueron testigos de una coreografía interpretada por los bailarines del BNE. Después, cada uno de ellos ha sido emparejado con un bailarín o pareja de bailarines para ensayar algunos movimientos y posturas que después han puesto en práctica en un baile conjunto.


“Es la mejor escuela de España y de Europa, deberían hacer más giras”, reivindica Fernando, joven que empezó bailando flamenco cuando era niño. Lo mismo sucede con Germán, que ha estado en primera fila del baile grupal y acompañado en todo momento de Najarro. Según comenta, es todo un veterano en el baile, pues ha sido él quien ha enseñado a los más pequeños a bailar. “Yo les doy emoción”, defiende.


También Sandra indica que se ha preparado tanto sevillanas como bulerías, o Pedro, que dice sentirse “muy bien” cuando baila. “La danza me gusta mucho, me gusta de todas las maneras, me siento muy bien y bailo muy bien”, añade el joven con discapacidad.


Todos los bailarines que estuvieron en el ensayo coinciden en señalar los beneficios de este día tan especial y de la danza. “El simple hecho de trabajar con ellos, es de una grandeza superior”, alaba Inma, una de las bailarinas, mientras que Aloña destaca que este día ha sido para “disfrutar” de una manera mutua. “La danza y la música es muy buena para este tipo de niños, especiales, les ayuda a liberarse, a no tenerse miedo, porque a ellos les cohíbe un poco”, comenta.


Por su parte, Antonio, también del BNE, afirma que los chicos estuvieron “muy bien, muy motivados” y con “muchas ganas e ilusión”. “He disfrutado más que cuando ensayamos nosotros”, dice el bailarín.


Los profesionales de la danza también están de acuerdo en reconocer los beneficios que el baile aporta a estos jóvenes con discapacidad intelectual. “Son súper sensibles auditivamente”, apunta Irene, mientras que su compañero de baile, Alberto, destaca el desarrollo del control de sus sentimientos y añade que estos chicos son “puro sentimiento y lo dan todo por bailar”.

 

Jóvenes con Síndrome de Down bailan con el Ballet Nacional

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