En un salón de actos del IES Félix Muriel lleno hasta la bandera, se celebró a finales de la semana pasada una nueva ceremonia de graduación de alumnos de segundo de Bacharelato, que acaban su periplo académico en el centro educativo rianxeiro. En esta ocasión fueron 48 alumnos, repartidos a partes iguales entre Ciencias y Letras, los que protagonizaron un emotivo evento por lo que suponía de despedida de los estudiantes. Pero también se les dedicó un apartado especial a tres profesoras muy queridas que acaban su estancia en el instituto rianxeiro, pues serán trasladadas a otros centros. Se trata de Marisú Villaverde, que lleva 27 años impartiendo Matemáticas en el Félix Muriel; la actual vicedirectora, María Míguez, y Valentina Formoso que, además de dar Gallego, es la coordinadora del multipremiado Equipo de Normalización e Dinamización Lingüística.
En la ceremonia intervino el director, Ramón Veiga, quien estaba visiblemente emocionado y se refirió a esta promoción de alumnos como la mejor de las que recuerda que pasaron por el Félix Muriel. En ese momento, aún no se conocían las notas, pues la evaluación fue este lunes, y aprobó casi el 71% (34 de 48), pero sus elogios fueron sobre todo por las buenísimas calificaciones. Expresó su deseo de que su paso por este instituto les haya servido para educarse y formarse como personas. Y hablaron los tutores, Manuel López Outeiral y Marisú Villaverde, en nombre del resto de profesores, a los que de un modo más distendido los alumnos quisieron reconocer sus méritos con premios, a modo de diplomas, para distinguir al más elegante, al más divertido o que mejor les comprende.
También hablaron una madre, Pilar Ces, y una representante de la ANPA, Ánxela Calvo Eiras, quienes les dieron algunos consejos sobre como deben conducirse a partir de ahora por la vida. A partir de ahí ya cogieron la batuta los alumnos, que proyectaron un audiovisual con multitud de fotos en las que se recogían momentos de todos ellos desde que entraron por primera vez al IES Félix Muriel hasta ahora que están a punto de emprender su marcha. Luego se les entregaron las orlas y se sirvió un pincho para todos los asistentes, ya fuesen estudiantes, docentes o familiares. La fiesta se trasladó posteriormente al restaurante Tanxil, donde se sirvió una cena para alumnos y profesores. l