Ramón Martínez Becerra regresó estos días a los campamentos de refugiados de Tindouf (Argelia) para estar al lado de la población expulsada del Sáhara Occidental, y allí permaneció durante una semana en la que dio, como viene haciendo durante todo el año, sobradas muestras de estar volcado con el pueblo que sobrevive en los campamentos de refugiados. Después de coger el vuelo de Santiago a Alicante, en donde se sumaron sus amigos sevillanos Francisco Sánchez Falcón y José Pérez Benito, para volar hacia Orán y seguidamente hacia Tindouf, llegó a las tres de la madrugada del día 26 de febrero con el tiempo muy justo a El Aiun para tomar la salida de la 18º edición del Sahara Marathon.
Aunque lo importante en su caso es participar y acabar esa prueba, para difundir la causa saharaui, este año acabó en el puesto 98, tras completar los 42 kilómetros en seis horas, 19 minutos y 22 segundos, mejorando en un par de minutos su marca en 2017. Sus dos compañeros de expedición, que celebraron allí el Día de Andalucía luciendo camisetas del Betis, hicieron mejores tiempos, pues Paco acabó 13º con una marca de tres horas, 52 minutos y 18 segundos, y Pepe fue 33º con cuatro horas, 38 minutos y 17 segundos. Ramón Martínez indicó que fue una maratón muy dura pues, aunque no hizo tanto calor como en el año pasado (25 grados frente a los 37 grados de 2017), tuvieron que hacer frente al fuerte viento y por momentos provocó tormentas de arena, sobre todo en los últimos 10 kilómetros en que el aire soplaba de cara. En el caso del corredor ribeirense también sufrió una caída en el kilómetro 9 al tropezar con una piedra, lo que le causó rozaduras y heridas en el brazo y la pierna izquierdas y un golpe en la rodilla de esa misma extremidad. Cree que de no haber sufrido ese contratiempo hubiera bajado de las seis horas.
De todo modos, el objetivo principal de su viaje y en lo que invirtió la mayor parte de su estancia fue en el reencuentro con las familias de las dos niñas, Hassina y Chalab, que su cuñada y una prima tuvieron en acogida durante seis y tres veranos, respectivamente. Les llevó toda la ayuda posible, consistente en medicinas, alimentos y dinero. Martínez Becerra aprovechó el viaje a los campamentos para entregarle al centro de educación especial del doctor Castro Fateh 20 kilos en medicinas y material escolar recogida por el Sálvora CF y el colegio Bayón, y sus familias, farmacias y numerosos particulares. El resto de los donativos recogidos por esas entidades, alrededor de unos 100 kilos, se los enviará paulatinamente a través de empresas dedicadas a ello.