Juan Manuel Sineiro “Machu” deja el Villalonga tras diez años inolvidables para incorporarse al Céltiga de su amigo Edu Charlín. Una decisión difícil y meditada las últimas semanas. El delantero cambadés es un estandarte en San Pedro. Historia viva del club. Durante la última década formó una delantera para el recuerdo con Saúl. Machu marcó casi 150 goles de celeste, jugó un play-off de ascenso a Segunda B y vivió también los sinsabores los últimos años.
Hace unos días comunicó su decisión a los dirigentes del Vilalonga prácticamente entre lágrimas. “Deixar o Villalonga non é doado, non o dou asumido. A nivel de clube o corazón tírame, pero pola outra banda está un amigo que me pediu que o axudase, e creo que unha amistade está por riba de moitas cousas na vida”. El nuevo técnico del Céltiga y Machu son compañeros y amigos desde niños. También cuñados. “Somos medio irmáns” bromea el delantero de 36 años. “Custoume moito tomar esta decisión, pero a amistade pesa”.
Machu todavía no negoció con el Céltiga. “Simplemente faleino con Edu, pero non haberá problema”. Charlín le pidió “que lle botara unha man, tanto dentro do vestiario coma no campo”. Experiencia le sobra.
Los últimos días recibió muchos mensajes de cariño y comprensión de compañeros y aficionados celestes. “Espero algún día poder voltar a botar unha man do que sexa. Este clube é exemplar e ten unha afección impresionante. Con arraigo, apoian sobre todos nos momentos malos”.
De esta década, Machu destaca el play-off a Segunda B, su complicidad con Saúl, con el que coincidió todas las temporadas formando un dúo de ataque muy compenetrado, y también los momentos menos buenos de los últimos tres años.
Por otra parte, Isidro Barbeito y Carlos Bouzada, encargados en el club de la parcela deportiva, llegaron a un acuerdo para cerrar la continuidad de Saúl, Manu, Jesu, Adrián Santos y Fran Campos.