El colectivo ecologista Adega llevó a cabo esta semana una actividad de voluntariado y concienciación ambiental en la playa de A Corna, en A Pobra do Caramiñal. La iniciativa, que formaba parte del proyecto “Conservando as nosas dunas”, tenía como objetivo divulgar la problemática de las especies invasoras y la importancia de conservar los ecosistemas dunares, algo que, por lo que parece, en A Corna no se está cumpliendo. Y es que Adega advierte que el estado natural de la duna de este arenal se está degradando “rápidamente”, algo que achacan a la “ocupación e fragmentación derivada dun turismo desordeado”. En este sentido inciden en que la “circulación de vehículos polas dunas cincentas e o pisoteo da flora dunar son agresións que as administracións deberían perseguir e erradicar” porque las ONGs y colectivos sociales “non temos capacidade para vixiar ou sancionar a quen deteriora o medio”. Su papel no llega más allá de “divulgar estas problemáticas ambientais entre a sociedade para mudar determinadas condutas agresivas cara outras máis respectuosas coa nosa contorna”.
balance positivo
En cuanto a la actividad propiamente dicha, desarrollada durante la jornada del jueves, los voluntarios y ciudadanos que se sumaron a la llamada de Adega retiraron de esta playa pobrense más de media tonelada de especies invasoras. En concreto fueron 10 kilos de coniza, 30 de papiro, 13 de la conocida como “pés de pita” y más de 500 kilos de caña. A esto hay que añadir otros noventa kilogramos de basura que sacaron del arenal, mayoritariamente plásticos.
Adega valora el resultado como “un éxito” y apunta que este tipo de acciones están contribuyendo a “mellorar este espazo natural”. Este es el segundo año consecutivo que se realiza en A Corna esta actividad, que “vai dando os seus froitos”. Es por ello que la asociación ecologista espera que “Conservando as nosas dunas” pueda tener continuidad en años próximos.