Contundente e histórico triunfo el obtenido ayer por el Amanecer en Monte da Vila sobre el Unión Grove, los de Ricardo Dios se impusieron a los de Santi Mariño en un encuentro con cuatro jugadas clave, que serían las dos ocasiones iniciales locales, y posteriormente los dos goles visitantes, pues no sólo fueron por su valor específico, sino anímico, por lo que adquirieron tanta relevancia.
El primer derbi de la historia entre Unión Grove y Amanecer empezó reflejándose en un grada repleta rebosante de sana rivalidad y sana intensidad, sensaciones que ambas aficiones fueron capaces de transmitir a sus jugadores. Salió más metido en el partido el Unión Grove, disfrutando de las primeras ocasiones en las botas de Buba y Jorge Aspérez. Para el atacante azulón este partido tenía un significado especial, pues fue componente fundamental del Amanecer en su pasado ascenso, viéndose ahora en la tesitura de tener que hacerle los goles a sus antiguos compañeros.
Sin duda alguno tuvo Jorge Aspérez la ocasión local más clara, un mano a mano, que incomprensiblemente no fue capaz de definir exitosamente. Todavía no recobrados de la decepción, los locales volvieron a gozar de una doble oportunidad, en esta ocasión doble, en las botas de Buba, pero el delantero meco erró, nuevamente de forma inexplicable, una clara ocasión. Estos errores permitieron tomar oxígeno a un Amanecer que se había visto superado en los primeros compases, pero que una vez superado lo peor, hizo buena su condición de convidado de piedra que tan buenos resultados le está dando esta temporada.
Así, en el minuto 24, en uno de los primeros acercamientos visitantes, Félix adelantaba a los de Ricardo Dios, gol que cayó como un jarro de agua fría para los de Santi Mariño, quienes si ya habían lamentado las ocasiones iniciales, ahora lo lamentaban más. El devenir del encuentro, muy trabado, no facilitaba la tarea local para lograr el empate, ni tampoco la visitante de ampliar la ventaja, apostando los de Lampáns por un fútbol de toque, a diferencia del contraataque por el que suelen apostar como visitantes.
Tras el descanso, ambos conjuntos salieron reanimados y con las ideas claras; por parte del Unión Grove, lograr el empate, mientras que por parte del Amanecer sentenciar el partido. Muy pronto fueron los segundos quienes, en una acción no exenta de polémica, pues se sucede una falta, harían el 0-2 por medio de Ribén Rial, sentenciando el encuentro.
Efectivamente, este gol resultó ser un golpe demasiado duro para el Unión Grove. Duro en lo anímico, pues ponía muy cuesta arriba el empate, y duro en lo físico, pues en la acción resultó lesionado Luciano. El Amanecer pasó ahora a dominar el partido, controlando las acometidas locales, y anotando 10 minutos después el 0-3 por medio de Augusto que a la postre cerró el resultado. Con este resultado el Unión Grove sigue en la decimonovena posición, mientras que el Amanecer rompe una racha de siete partidos sin ganar y se sitúa noveno con 19 puntos.