El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, convocará a los portavoces de los grupos políticos de la Corporación para la próxima semana con el objetivo de analizar la solución para continuar con la revisión del Plan Xeral de Ordenación Urbanística (PXOM) tras la renuncia de Eptisa. Los informes técnicos y jurídicos sobre las posibles salidas a este problema están terminados y podría haber una que permita subsanar los errores contemplados por la Xunta en el documento en poco tiempo y también continuar con los trabajos para avanzar hacia su aprobación inicial.
Fuentes municipales explicaron que si los partidos no pudieran acudir, la cita se trasladaría a después del Día de Reyes. En todo caso será inminente porque el gobierno local quiere avanzar en la resolución de esta situación, en la que también se encuentran otros concellos gallegos que tenían contrato con esa firma redactora y cuyos problemas comenzaron tras su compra por una firma china.
Con todo, y a pesar del notable retraso, el Ejecutivo de Varela confía en cumplir el calendario previsto en su día para la tramitación del PXOM, es decir, lograr la aprobación inicial dentro del actual mandato. De ser así, acto seguido se abriría el plazo de alegaciones, previo a la aprobación provisional por el pleno de la Corporación porque la definitiva correspondería a la Xunta.
Envío a la Xunta
Cabe recordar que ya se le remitió el borrador y no se adaptaba al articulado de la vigente Lei do Solo de Galicia. De hecho, el Servizo de Avaliación Ambiental de Plans e Programas hizo un requerimiento al Ayuntamiento para que subsanase la situación y le volviera a enviar el documento. Desde Ravella señalaron que este departamento les indicó que “dado que o contido do borrador non se pode considerar suficiente para a súa análise urbanística, será preciso que se complete para poder sometelo á consulta do órgano competente en materia de urbanismo”. Así, citó cuestiones como la necesidad de enviar planos a otras escala, identificar los montes en mano común o los trazados y características d las redes de servicios propuestos en los planos de ordenación de núcleos rurales. .
Sin embargo, las mismas fuentes señalaron que la renuncia de Eptisa ha sido la causa de que “ata agora non se puidera resolver ese requerimento da Xunta”. No obstante, los informes técnicos y jurídicos encargados para desbloquear esta situación y que no han desvelado, porque se le presentarán la semana próxima a la oposición, podrían dar “unha solución que permita non só resolver estas peticións da Xunta nun breve prazo de tempo senón continuar cos traballos ata a aprobación inicial da revisión do PXOM polo Pleno da Corporación”.
Antecedentes
Vilagarcía se quedó sin equipo redactor en junio, pero los cambios en Eptisa empezaron antes. En septiembre de 2016 fue vendida a un grupo chino y la nueva dirección “primeiro se comprometeu a rematar cos traballos para logo renunciar definitivamente”. Desde Ravella explicaron que la crisis de la empresa se inició en diciembre de ese mismo año, cuando varios técnicos fueron sometidos a un ERE y después el alcalde negoció con la nueva dirección la continuidad de los trabajos. De hecho, el envío al servicio autonómico se hizo en la primavera de 2017.
Cabe recordar también que, tras reuniones con la oposición, el borrador del PXOM se presentó en el mes de mayo a los grupos bajo una cláusula de confidencialidad y con absoluto secretismo sobre elementos importantes como es el convenio de la antigua parcela de Lantero. De hecho los propietarios se vieron obligados a modificar el citado convenio por no adaptarse a la Lei do Solo.
Con todo, sí se ofrecieron algunos detalles como la limitación en el número de nuevas viviendas hasta las 1.200 y ante la existencia de una bolsa de pisos vacíos que el Concello pretende también “mover” con iniciativas como el programa de Vivendas Baleiras con alquileres a precio social. De hecho, hace unos días solicitó incluir a los bancos porque los particulares no se están animando demasiado a participar a pesar de que se dan garantías del pago de los alquileres y de la cobertura de posibles daños.
No es la primera vez que un gobierno vilagarciano intenta sacar adelante la norma urbanística más importante para la capital arousana. De hecho, es una de las asignaturas pendientes de Ravella desde hace tiempo y que Alberto Varela espera aprobar en este mandato, que termina en el año 2019. l