Más de 500 personas se dieron cita ayer en las instalaciones de Bodegas Martín Códax para honrar a Nosa Señora das Viñas, una celebración que también sirve para reconocer el trabajo de los cooperativistas que han hecho y hacen posible el éxito de esta firma adscrita a la Denominación de Origen Rías Baixas.
La programación fue la habitual, con la celebración de una misa solemne y la ofrenda floral ante la escultura de piedra de la santa, ubicada a la entrada de la bodega. Se trata de uno de los momentos más destacados de esta cita anual, que siempre se celebra por estas fechas de noviembre pues, si bien el día propio de la patrona es el 10 de septiembre, las labores de la vendimia obligan a retrasarlo hasta casi finalizar el año.
El salón de la bodega fue escenario de la comida de confraternidad que reunió a los socios cooperativistas y a sus familiares en torno a un menú a base de productos gallegos. Como no podía ser de otro modo, no faltó el buen vino, con botellas de las diferentes marcas que Martín Códax posee tanto de sus fincas ubicadas en subzonas de Rías Baixas, como en El Bierzo.
Los actos continuaron con la distinción de media docena de socios que han destacado por su trayectoria y la aportación de uva de mayor calidad. De hecho, el espíritu de esta fiesta es reconocer también la labor de los 270 agricultores que conforman esta cooperativa, una de las pioneras de la comarca, que asistió al nacimiento de la denominación de origen y es parte de su trayectoria imparable de éxitos en el mercado nacional e internacional.
comienzos
Cabe recordar que el germen de la empresa vitivinícola nació en 1985 de la mano de una veintena de viticultores de O Salnés, con 27 hectáreas de cultivo y bajo el nombre de Agrupación de Colleiteiros de Albariño de Vilariño. Un proyecto pionero que un año después ya estaba dando el paso para convertirse en sociedad anónima para profesionalizar y agilizar su gestión. En 1991 el número de socios ascendía a 100 y se alcanzaba la misma cifra de hectáreas. Dos años después, una nueva ampliación de socios subía el número de viticultores implicados a 284 y en 1998, la entidad productora era bautizada con el nombre del célebre trovador gallego.
La firma cambadesa era a principios de 2009 la primera exportadora de albariño con Denominación de Origen Rías Baixas, llevando el sabor del “príncipe dorado de los blancos”, –como llamaba el célebre Álvaro Cunqueiro a este vino– a países de Europa, Estados Unidos o Latinoamérica.
Su trayectoria ha sido imparable desde entonces y no solo en cuanto a ventas. Sus ansias por mejorar y crecer le han llevado a implicarse en diferentes proyectos de investigación y de tan variados asuntos como los efectos del cambio climático en el cultivo, la zonificación de los viñedos o la previsión del ataque de las plagas, a través de las condiciones meteorológicas, por una agricultura más sostenible.