Ayer en Vilagarcía, y también en el resto de la comarca, no se hablaba de otra cosa. Y es que el suceso ocurrido el viernes por la tarde en el centro urbano y en el que, presuntamente, hubo un tiroteo entre dos vehículos, es más propio del Chicago de los años 20 que de una ciudad como la capital arousana. Lo ocurrido corrió como la pólvora desde primera hora de la mañana y en la calle no se hablaba de otra cosa. Y es que dos coches a gran velocidad circulando por pleno centro urbano desde Rodrigo de Mendoza hasta Carril es fácil que no pasen desapercibidos. Lo que después se desprenda de ahí es otra historia. Muchos aseguraban haber escuchado los tiros, a pesar de que advertían que no habían visto los coches, mientras que unos apuntaban que todo era una broma y que realmente no había sucedido nada.
Lo que está claro es que la llamada realizada por un particular a última hora del viernes alertó a todas las fuerzas del orden. Todos vieron como patrullas de la Policía Nacional y también de la Policía Local recorrían las inmediaciones de la calle Rosalía de Castro para intentar dar con los individuos que se estaban persiguiendo en dirección a Carril. No dieron con ellos. El operativo de búsqueda se extendió por toda la provincia y se coordinó con la Guardia Civil para intentar localizar a los que pilotaban los dos vehículos. Al menos uno de los turismos implicados en la persecución tenía matrícula portuguesa.  n f.s