Las pruebas de sonido de una fiesta en la zona TIR obligó a los Multicines Arousa a devolver numerosas entradas ya que fueron muchos los usuarios que decidieron reclamar al no poder escuchar la película que se estaba proyectando. El propio alcalde, Tomás Fole, se vio obligado a mediar en el asunto tras tener conocimiento de la denuncia del propietario de la sala.
El regidor dio orden de bajar la potencia de los altavoces, que comenzaron a sonar a las cuatro de la tarde. El propietario de los cines, Severino Pato, considera “indignante que se organice un acto así sin tener en cuenta a los afectados”.
El organizador del evento, el empresario Felix Acuña, señala que la fiesta cuenta con todos los permisos. Algo que confirman fuentes municipales que sin embargo matizan que eso no les exime de respetar las reglas sobre el sonido, sobre todo teniendo en cuenta que en las proximidades se está desarrollando otra actividad, como es la proyección de películas.
“Pone un cierre a un parque público y unos altavoces a todo volumen para hacer una fiesta para su propio interés y perjudicando a otros”, comentó Pato, que se reserva el derecho a denunciar ante las pérdidas que le ocasionó el evento. “Lo que no se puede pretender es que porque haya cine el mundo se paralice. Y menos en fiestas”, responde Acuña. En cualquier caso, las pruebas de sonido se suspendieron tras las quejas del propietario de la sala. La fiesta propiamente dicha comenzó a las nueve de la noche y estaba programada hasta las cuatro de la madrugada. El evento contaba con todos los permisos, tanto en lo referente al sonido (“son altavoces como los de las atracciones”, asegura el organizador) como a la seguridad. “Tenemos ambulancia medicalizada, personal de seguridad... A mí me gusta hacer las cosas bien”, señala Acuña.