La conservera ribeirense Frinsa ofreció ayer a sus trabajadores la tradicional comida de Navidad, a la que asistieron unas 900 personas. El salón de banquetes que se instalaba bajo una gran y elevada carpa en el aparcamiento junto la UAD en Coroso se trasladó al pabellón de A Fieiteira debido a que el fuerte temporal que azota desde hace días a la zona hacía peligrar la estructura, que se llegó a montar, pero que no se cubrió con una lona debido a la alerta relativa a la adversa meteorología.
El fundador de la compañía, Ramiro Carregal Rey, recuperó el hábito antes de empezar a degustar el menú de dirigir unas palabras de ánimo y felicitación a los asistentes, a los que recordó que Frinsa se creó en 1961 con 19 trabajadores, de los que sólo queda él. Y destacó que en la actualidad cuentan con más de 2.000 empleados en todo el mundo. “Convertimos a Frinsa en una sociedad multinacional, actualmente en diez países, y entre las principales del mundo en producción y calidad”, dijo Carregal Rey.
En su intervención, Ramiro Carregal indicó que pasaron de ser una sociedad familiar con tres generaciones “para que no tenga fin”. A todos los presentes les dijo que por ello no deben temer por la pervivencia de la empresa y que sus puestos de trabajo están asegurados. Por último se refirió a que es fácil crear sociedades, lo difícil es que continúen, y que en su caso “ya llevamos 58 años en continuo crecimiento y esto se debe al personal, por eso aprovecho para daros las gracias”.