Fueron más los daños que el botín que uno o varios ladrones se llevaron la pasada madrugada del estanco de Carrecedo. Rompieron las cerraduras de la puerta con alguna herramienta cortante, reventaron la reja y destrozaron el sistema de alarma, incluida la cámara de seguridad, desconociéndose aún en la tarde de ayer si esta había podido registrar alguna imagen de los asaltantes. Fue sobre las 2:52 horas de la mañana cuando saltó la alarma del establecimiento, ubicado en un margen de la carretera N-550. La empresa de seguridad aletó tanto a la Guardia Civil como a los propietarios del estanco, pero cuando llegaron al lugar ya no había rastro de la persona o personas que habían entrado a robar. Se llevaron el cambio que había en la caja registradora, una cantidad que la dueña, María Josefa Torres, no pudo precisar pero que no era elevada porque “nunca deixamos moitos cartos”. También accedieron al almacén, pero aparentemente no hurtaron ninguna mercancía. “Aínda non fixemos reconto, pero se levaron algo foi pouca cousa”, comenta la propietaria, que se hizo cargo del estanco hace poco más de dos años sin que, hasta el momento, hubiera sufrido ningún robo. Los anteriores dueños del local sí que habían recibido alguna visita de los “amigos de lo ajeno”.
Durante la jornada de ayer, María Josefa Torres trataba de restablecer los elementos dañados en el estanco, con el arreglo de la puerta y la reja, fundamentalmente, así como la colocación de una nueva alarma.
La estanquera podría no haber sido la única afectada por los robos en los últimos días, ya que, al parecer, la noche anterior un ladrón también habría accedido a una vivienda de esta parroquia caldense. La familia estaba en el interior del inmueble y consiguió ahuyentarlo antes de que consiguiera su propósito. n