Después de que el pasado fin de semana apareciesen varias pintadas en los carteles y la cristalera de la fachada principal del restaurante “O parque de atrás”, en las inmediaciones del edificio del mercado municipal, en el transcurso de la pasada madrugada -el local fue cerrado a medianoche y acudieron a abrirlo a las ocho y media de la mañana- alguien volvió a hacer de las suyas y dejó su sello en el letrero con el horario del establecimiento y en el ventanal. Sin embargo, a diferencia de la vez anterior en la que las pintadas no tenían un dibujo determinado o claramente identificable con algo y no parecían más que garabatos,h ahora tienen forma de punto de mira de un objetivo de un arma de fuego. Ello ha preocupado aún más si cabe a los propietarios de dicho local, que lo sienten como una clara amenaza hacia ellos de alguien del que pueden tener sospechas, pero que por ahora no pueden probar la autoría. l