El cambadés José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, podría volver a sentarse en el banquillo de un juzgado bajo una acusación realizada por la Fiscalía de Pontevedra de blanqueo de capitales. El Ministerio ha hecho público un escrito de acusación en el que pide seis años de cárcel para él por dar apariencia legal a dinero procedente del tráfico de drogas con la compra de todo tipo de propiedades. 
Sito Miñanco goza desde hace algún tiempo de un régimen de segundo grado que disfruta en Algeciras donde, hasta no hace mucho, había sido captado por los medios de comunicación trabajando en un aparcamiento privado. De hecho, la justicia le impidió regresar a su tierra natal para evitar el encuentro con aquellas personas que fueron víctimas de su actividad como narcotraficante. 

condena hasta 2018
El cambadés fue condenado por este delito en dos ocasiones y la última pena no se extinguirá hasta 2018, pero Prado Bugallo podría tener que volver a sentarse en el banquillo de los acusados antes. La Fiscalía de Pontevedra hizo público un escrito de acusación, solicitando a la Audiencia de Pontevedra la apertura de juicio oral contra Sito Miñanco y otras cuatro personas relacionadas personalmente con el arousano, como una de sus hijas y su exmujer. 
Solicita penas de prisión similares para todos y les acusa de un delito de blanqueo de capitales. Esto es, seis años de cárcel y para él además una multa millonaria, que algunos medios cifraron ayer en 10 millones de euros. 
El Ministerio Público vincula más de medio centenar de propiedades con el dinero procedente del tráfico de drogas y la utilización de una inmobiliaria ubicada en Cambados para comprarlas. Entre ellas hay fincas e inmuebles de todo tipo, ubicados en diferentes partes de la provincia de Pontevedra. Según su escrito, los delitos se habrían cometido en el periodo comprendido entre 1998 y 2007 y para sustentar sus acusaciones hace mención a las sentencias condenatorias que tuvo Sito Miñanco en esos años. Del mismo modo se solicita que se decomisen los bienes citados y se clausura esa sociedad. 
El cambadés ha pasado 23 de sus 61 años de vida entre rejas, condenado por grandes alijos de cocaína. n