Motos de agua en zonas de baño

Motos de agua en zonas de baño
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SOS Panadeira continúa su lucha. Desgastados por la lenta resolución de un proceso judicial iniciado hace ya casi dos años, los integrantes de esta Plataforma defienden cada día el carácter de playa de Os Barcos o Eiriña, como ellos prefieren llamarla.
Desde los escasos metros de arena que conserva esta diminuta playa situada junto al puerto, y sobre sus toallas, los miembros de SOS observan sin descanso el pantalán del Náutico. Vieron como sus intentos de frenar su construcción no dieron resultado positivo, más bien les supusieron muchas idas y venidas a dependencias judiciales. Sin embargo, no censan.
Y mientras esperan que el Contencioso-Administrativo se pronuncie sobre si la estructura metálica instalada por el Náutico, con la autorización de Portos, es legal o no, ahora viven pendientes de la actividad que se realiza sobre el pantalán, en el que los amarres son gestionados directamente por el Club de Pedro Campos.
Hace tan solo unos días presentaban una denuncia ante la Guardia Civil al observar cómo se lavaba un barco desde el pantalán generando una espuma que llegaba a la playa. Pero esa no es su principal preocupación. Este verano temen un suceso. Y su temor su fundamental en que el Club Náutico alquila en esta zona motos de agua. Desde la zona de amarre, a escasos metros de la arena, salen los usuarios de estas motos, y regresan para devolverlas. Lo hacen circulando en medio de los bañistas, en ocasiones menores distraídos. Y según dicen, no siempre a la velocidad más adecuada.
No obstante, las críticas de SOS no encuentran el eco deseado. Los hechos los pusieron en conocimiento de la Guardia Civil que si bien se comprometió a enviar al Seprona de cuando en vez para comprobar si hay nuevos lavados con productos tóxicos, no tiene competencias sobre el alquiler de motos, mientras no ocurra incidente alguno.
La presencia de una patrulla de la Guardia Civil en la zona portuaria es ya habitual. A nadie se le escapa que SOS es un colectivo “incómodo” y no solo para el Real Club Náutico, que ni en sus peores pesadillas pudo imaginar cuando solicitó la concesión de la lámina de agua que se encontraría con una oposición tan contundente. También lo es para las fuerzas del orden.
Las denuncias cruzadas derivadas de este conflicto pueden contarse por cientos, con el papeleo, tramitación y visitas al Juzgado de Paz o al de Cambados que ello supone. Y no tardarán en ser “incómodos” también para el nuevo gobierno local. Porque SOS quiere un posicionamiento político en este conflicto más claro que el tuvo el anterior gobierno.
Y todo indica que desde la Plataforma olvidarán en cualquier momento cuáles son las competencias municipales en la zona portuaria para pedir una mayor contundencia en sus actuaciones.

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