Pasaban de las 12 del mediodía en Fexdega cuando los 150 alumnos del Basket Camp recibieron la esperada visita. Todos bien sentados y ahí llegó Fran Vázquez, al que todos tenían que mirar desde muy abajo. Son 209 centímetros de hombre que llamaron la atención de los peques, los cuales hicieron de intrépidos periodistas preguntando de todo al pívot chantadino del Unicaja. Su peso, su número de calzado, si tiene novia, –lo que dio paso a que presentase a su mujer y a su hijo–, la NBA, el mejor pívot con el que jugó (respondió Lorbek)... e incluso si tiene cerdos en casa. Y también del Obradoiro, por supuesto. Y llamó la atención que empezó en el basket con 14 años; “antes era portero de fútbol”, pero la altura le llevó al baloncesto.
Tras la charla firmó autógrafos y habló más cercanamente con cada grupo de edad antes de atender muy amablemente a Diario de Arousa. “A los niños les aconsejo que disfruten y se diviertan jugando, aunque también marcándose metas. Y eso sí, que los estudios son muy importantes”. No esquivó ninguna pregunta. Del Unicaja dice que “solo faltan unos flecos” para asegurar su continuidad en Málaga. La NBA “la tengo apartada ahora mismo. En su momento tomé una decisión por motivos personales y no me ha ido nada mal” y en cuanto a la selección “ya me imaginaba que no iba a estar en el Mundial” y le desea “lo mejor”. Cree que “hay muchas opciones de ganar, pero será complicado”. n