Cumpliendo en el Campo

El pasado sábado en León, el equipo del Cortegada lograba una sufrida y trabaja victoria con prórroga incluida en la pista del Aros. Una victoria más en la magnÍfica temporada que está realizando el equipo en la cancha. Y una victoria que, de forma matemática, permitirá al equipo vilagarciano disputar la fase de ascenso a la Liga Femenina 1.
Pero a partir de aquí el panorama se presenta incierto. ¿Qué va a ocurrir ahora? ¿Disputará el equipo una fase de ascenso, con el coste económico que eso puede suponer, en la situación que se encuentra actualmente? ¿Renunciará un equipo a jugar una fase de ascenso que tan duramente se ganó en la cancha cada día? ¿Qué consecuencias puede suponer renunciar? ¿Y disputarla? Leí esa tarde de sábado en twitter, tras la gran victoria en León, un comentario al cual no le faltaba un ápice de razón: “Jugar una fase de ascenso es muy bonito, que te paguen lo que trabajas lo es aún más”.
Habrá quién lea esto y considere que mis comentarios no son oportunos pero, sinceramente, el hecho de no hablar de un problema no hace que este desaparezca. La situación es la que es. Por supuesto que se deben estar redoblando esfuerzos desde el club para cumplir con todos/as los que conforman el equipo. Sería injusto que algo que te ganas deportivamente te sea privado por cuestiones ajenas a tu voluntad, pero todavía más injusto es cumplir cada día en la cancha y no recibir lo establecido. Repito, que nadie interprete en mis palabras un ataque, ni mucho menos, tan solo hacer ver la dificultad de una situación ante la que todos los que disfrutamos con el baloncesto y queremos lo mejor para los equipos de nuestra localidad no podemos simplemente mirar para otro lado como si nada pasase.
La situación general en el baloncesto está difícil, desde la primera de nuestras ligas hasta la última. Nadie escapa a la realidad que nos rodea. Pero que nada arrebate lo que tan duramente se gana en la cancha, deportiva y económicamente hablando.

Cumpliendo en el Campo

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