Todo es silencio

El propósito de esta carta abierta es dar a conocer, una vez más, mi situación personal, después de haber colaborado con la sociedad y la Justicia en la Operación Nécora, contra el narcotráfico en Galicia.

Por graves necesidades económicas (no tenía empleo), intenté introducirme en el contrabando de tabaco. Por culpa del consumo de drogas padezco una psicosis depresiva-maniaco. Fui engañado y me llevaron a descargar hachís y cocaína. Cuando vi que andábamos con cocaína, decidí denunciarlo en la TVG, para dar una voz de alarma y que todo el mundo supiera que en Galicia se estaban introduciendo grandes cantidades de fariña. Fui en contra de mis intereses personales (nadie ha hecho esto nunca) y solo pensé en hacer un bien a la sociedad gallega (muchos amigos míos murieron  a consecuencia del consumo de drogas).

Parece ser que no hice bien (colaborar con la Justicia), pues todos me han dejado de lado y abandonado a mi suerte, sobre todo por parte de gente gallega: el Presidente Rajoy y el alcalde de mi pueblo, Vilanova de Arousa, me mandaron a los Servicios Sociales, o sea, nada. El gobierno del Psoe de Zapatero, me dejó abandonado en Madrid, en la calle y enfermo (cirrosis hepática, por suerte con trasplante de hígado, que me salvó). El Presidente de la Xunta, Sr. Feijoo, no contesta mis cartas. La presidenta de Erguete, Carmen Avendaño, que me animaba antes del juicio, no quiere ni oír hablar de mí. La Fundación Galega contra el Narcotráfico, que tomó un acuerdo por unanimidad para buscarme trabajo, ya se olvidó también.

Sigo con gallegos de bien: Julia Otero piensa que no doy ni para una entrevista. La diputada Alexandra Fernandez, de Anova, no me quiso recibir al igual que Carolina Bescansa, de Podemos, que tampoco. Las exdiputadas del BNG en el Congreso de los Diputados me dijeron en Madrid que no podían (ni querían) hacer nada, que mandaba Rajoy. Políticos como Rivera Mallo, senador, exalcalde de Vilagarcía de Arousa, me dijo que no conocía a ningún narco famoso de Arousa y era el responsable de la lucha contra el narcotráfico en el Senado. Manolo Rivas hace una novela, “Todo es Silencio”, ficción, pura ficción. Aquí nadie da la cara y quienes la dimos, Portabales y yo, nos la parten o se nos ignora. Más gallegos: Antón Reixa, siendo presidente de la SGAE, me dice que quiere ser mi amigo, acepto; pero me pregunta días más tarde si me llevo bien con Baltasar Garzon y, cuando le contesto que no, me deja de hablar. Otro gallego, Ramon Campos, productor de FARIÑA, me pone de tonto y subnormal en la serie, al igual que a Portabales de Marin, etc etc… 

Me encanta mi tierra, pero siento vergüenza de ser gallego.

Los de derechas porque son de derechas y los de izquierdas porque no son de izquierdas, así me veo. El Psoe, a través de la ministra de Justicia y el de Interior, Dolores Delgado y Grande Marlaska, no quieren reconocer 20 años de Testigo Protegido, sin cotizar a la Seguridad Social, cuando se nos prohibió trabajar ni dar nuestros datos personales en ningún lugar. Ya tengo 60 años sin haber cotizado, sin derecho por lo menos a una pensión, ya que tanto Baltasar Garzón como el fiscal Javier Zaragoza, no cumplieron sus promesas y nos engañaron también.

¿De verdad que todos ustedes quieren luchar y acabar con el narcotráfico en Galicia? Yo creo que no.

El juez Taín no quiere testigos protegidos (en realidad desprotegidos, pues quedan amenazados de por vida y sin poder volver a residir en sus pueblos). ¡Vaya precio! Yo alucino.

Si, es cierto, a mi alrededor, y no es ficción de la mala, TODO ES SILENCIO, sobre todo por parte de la sociedad gallega. Gracias tan solo a algunos medios de comunicación, la mayoría escritos, que siempre estuvieron ahí.

NUNCA ES TARDE. SIGO ESPERANDO

Todo es silencio

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