De verdugo a posible aliado tan solo una semana después

De verdugo a posible aliado tan solo una semana después
El derbi causó estragos en el Arosa más allá de la derrota, debido a las expulsiones de sus dos centrales titulares | gonzalo salgado

La victoria del Ribadumia en el derbi le permite afrontar la última jornada de liga que se disputará el domingo en horario unificado (17 horas) todavía con opciones de acabar entre los seis primeros. O lo que es lo mismo, el equipo de Luis Carro aún puede lograr la permanencia en esta primera fase sin tener que jugar la liguilla por la salvación que será un auténtico degolladero, ya que solo se salvarán 4 de los 12 equipos que entren en liza.


El Ribadumia es noveno (26 puntos), tiene por delante a Barco (27) y Ourense CF (27 y un partido aplazado que jugará mañana ante el Alondras). En la tres posiciones a las que aspira llegar (del cuarto al sexto) están Estradense, Choco y Bouzas con 28 puntos. De forma que las opciones aurinegras solo pasan por ganar al líder Arenteiro a domicilio. A partir de ese supuesto necesita que le acompañen resultados en otros campos. “Va a ser tan difícil casi como ganarle al Arosa en casa, será parecido”, reconoce Luis Carro. 


“Hace tiempo que mucha gente nos daba por muertos, parece que hace mes y medio lo habíamos perdido todo, que parecíamos un equipo muerto, pero hay que estar aquí dentro para darse cuenta de que no lo éramos y que nosotros estábamos convencidos de que si no nos daba para engancharnos íbamos a hacer puntos”, dice el entrenador con optimismo.


Ganar al líder a domicilio, algo que nadie ha logrado, es una misión “difícil” pero con la moral por las nubes tras la victoria ante el Arosa, Carro advierte que “si hacemos las cosas como las estamos haciendo vamos a tener muchas opciones seguro”.


El Ribadumia fue el verdugo del Arosa el domingo, pero puede convertirse en su aliado en la última jornada. El pinchazo del equipo de Rafa Sáez 16 partidos después le deja ahora a 4 puntos (más golaverage) del Arenteiro. En Vilagarcía pasan página y solo piensan en el duelo ante el Alondras del domingo en A Lomba. Será ya un partido de la fase de ascenso, no realmente pero sí técnicamente, ya que los de Cangas ya están clasificados entre los tres primeros y en juego habrá 7 puntos: los 3 que puede sumar el Arosa, los 3 que no sumaría un rival directo y el adicional del average. Ayer aún coleaba en Matosinhos el arbitraje de Oliveira Dios en el derbi. Tanto el entrenador como el presidente no quisieron hacer público su enfado, que era notorio.


El club estudiaba ayer recurrir alguna de las tarjetas que supusieron las expulsiones de los dos centrales habituales, Ross y Campillo, aunque reconocían que las pruebas videográficas no eran del todo claras. Ante el Alondras Rafa Sáez tendrá que rearmar el equipo en el eje de la zaga. Será la primera de las siete finales que restan en la pelea por el ascenso directo y el Arosa espera que su afición se vuelque con el equipo porque llega la hora de la verdad.

De verdugo a posible aliado tan solo una semana después

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