Vecinos de Deiro se quejan de los problemas para salir con sus vehículos por la nueva senda

Varios vecinos de San Miguel de Deiro revelaron ayer su enfado y malestar por la reciente construcción de la senda para peatones y ciclistas que la Xunta esta acometiendo en la PO-307 desde la rotonda de acceso al puente de A Illa. El problema señalan, es que las tejas o especie de cunetas para la canalización de agua y que separan la plataforma de los carriles de circulación, tienen una importante pendiente, lo que dificulta la entrada y salida de los vehículos a garajes, viviendas y fincas, ya que los bajos del coche tocan el firme y las ruedas se elevan.

Un total de 9 vecinos afectados firmaron un escrito que ya presentaron ante la Xunta y por Registro en el Concello de Vilanova para que se les de una solución. Sin embargo, explica José Manuel Nogueira, uno de estos vecinos, “a única opción que nos dan é que pidamos un permiso para poñer un enreixado de ferro para cubrir a zona, pero si hai un accidente ou pasa calquera cousa, os responsables seríamos nos por poner eso ahí”, lamenta.

Otro de los afectados, Ricardo Rodríguez, considera que esta disposición de las salidas es un “despropósito” ya que para poder salir o entrar con sus vehículos tienen que hacer unas maniobras que les pueden llevar hasta 15 minutos, y esperar a que no pase nadie por la senda en ese momento, por lo que en temporada de verano podría afectar notablemente a las largas caravanas que se forman en esta carretera, especialmente a la hora de salida de las playas.

Además, critican que nunca se les haya explicado que las entradas de sus viviendas iban a quedar así, y 

proponen que se extienda una capa más de hormigón en los accesos para elevar la altura y facilitar el paso de vehículos. Añaden también que la senda tal y como está puede suponer un peligro para los ciclistas y peatones que transiten por ella y no perciban la entrada y salida de vehículos desde las viviendas.

Ahora, los vecinos siguen a la espera de respuesta por parte del gobierno local y de la Xunta para poner solución a sus reclamaciones antes de que concluyan los trabajos en la zona.