La conselleira de Política Social, Fabiola García, anunció ayer que en las próximas semanas comenzará “a reforma máis ambiciosa” en la residencia de mayores de A Pobra desde su apertura en 1986. La Xunta destinará más de 400.000 euros a las obras para su acondicionamiento, que ayer mismo salieron a licitación, y que consistirán en la colocación de placas en la fachada para la mejora de la envolvente térmica exterior, que permita un mejor aislamiento, se reformará la cubierta principal y se sustituirán todas las ventanas y algunas puertas interiores. La responsable autonómica dijo que ello contribuirá a mejorar la calidad de vida de los usuarios y el funcionamiento del centro, y a facilitar el trabajo de los profesionales de la misma
García puso en valor el trabajo incansable del director y los trabajadores durante esta pandemia, aplicando todas las medidas de prevención y protección para las personas mayores, que a partir de ahora se van a beneficiar de la flexibilización de medidas para que puedan ir recuperando las rutinas. En este sentido, los residentes podrán salir 5 días a la semana a la calle durante 4 horas cada vez y podrán ir a los domicilios de sus familiares durante periodos de cinco días, haciéndoseles una prueba de antígenos o PCR a su regreso.
El director de la residencia, Antón Brey, indicó que el centro tiene 48 plazas, pero que actualmente tiene 35 por un problema de ratio por número de cuidadores, que son 21. Aclaró que en las instalaciones nunca tuvieron el coronavirus, pero si hubo usuarios que, desgraciadamente, se infectaron en alguna salida y que algunos se recuperaron en el hospital pero otros no. Sobre las actuaciones pedidas para la próxima década indicó que precisarán mejoras tecnológicas y preparar las habitaciones y otros departamentos para las necesidades que surjan.