Santa Rita vivió ayer su día grande y aunque no pudo hacerlo entre multitudes (la procesión no salió debido a la situación sanitaria), no le faltó el calor y la devoción de sus fieles. Acudieron para agradecer a la santa el deseo cumplido, para pedir por ellos o por algún familiar o, simplemente, por fervor a una imagen que despierta una gran admiración. Aunque las misas fueron con reserva previa, por lo que no se registraron las colas de años anteriores, hubo movimiento durante toda la mañana y la tarde en los alrededores de la iglesia conventual de Vista Alegre.
Amplia gama de actividades
Un ir y venir que se mezcló con el de los que viven y disfrutan Santa Rita de una forma más pagana. Los que tienen devoción pero por las rosquillas que, a cuentagotas, se pudieron encontrar en A Xunqueira pero no en los tradicionales puestos de Vista Alegre; o los que se empachan de música, con un variado menú: Joel Padín, Penide y, para hoy, el Encontro Folclórico Santa Rita.