Marconsa fue uno de los buques insignia del \“boom\” de la construcción en la comarca arousana y fue precisamente esta fortaleza la que la hirió de muerte con la llegada de la crisis. La empresa vilagarciana, adjudicataria durante años de obras y contratas importantes en los distintos ayuntamientos de la provincia, adeuda a varios de sus trabajadores más de 15.000 euros en nóminas. La situación de alguno de ellos cambió poco después de que la empresa entró en concurso de acreedores. Algunos ya cobraban a cuentagotas a finales del año pasado, pero fue cuando el administrador concursal tomó las riendas de la firma cuando la situación económica de muchos de ellos se volvió totalmente inasumible. Algunos de los operarios a los que se le adeuda una importante cantidad de dinero ya no forman parte de la empresa, dado que consiguieron trabajo en otro lado, aunque insisten quieren cobrar lo que les deben.
Las irregularidades en el cobro de los salarios en Marconsa se remontan a meses atrás y en declaraciones a este periódico en el mes de septiembre el gerente de la firma, Marco Diéguez, afirmaba que \“el pago de las nóminas ya no es una cuestión que dependa de nosotros, sino que viene marcada por el administrador concursal que es el que va dando prioridad a los pagos en función de la liquidez existente\”.
Lo cierto es que la administradora concursal acudió hace unos días a la empresa con los peritos y los técnicos necesarios para tasar el valor de la maquinaria almacenada en las naves que Marconsa posee en la parroquia de Rubiáns. Podría iniciarse ahora el procedimiento de venta de las mismas para poder hacer frente al pago a los acreedores, entre los que también están los propios empleados y aquellos que ya no dependen laboralmente de la firma.
De hecho, y como la actividad de la empresa no remontaba, el pasado mes de septiembre se declaró la liquidación de los bienes con la intención de que, cuanto antes mejor, puedan saldarse las deudas que ha contraído todo este tiempo.
La empresa no cuenta con representación sindical por lo que las centrales con presencia en la capital arousana no tienen acceso a los datos de la misma. Según los datos que han trascendido la firma de Rubiáns acumularía una deuda próxima a los 150.000 euros solo en cuestión de salarios. En lo que respecta a otro tipo de deudas estas podrían sumar en total seis millones de euros, una cantidad nada despreciable.
Cabe recordar que la falta de trabajo propició hace meses que la empresa tuviese que prescindir de varios de sus trabajadores. Aunque en septiembre el gerente y propietario de la firma señalaba que \“se está trabajando\”, lo cierto es que poco se mueve en la empresa desde hace ya algún tiempo. De hecho, está en fase de liquidación. Marconsa se suma así a un largo listado de empresas que la crisis se llevó por delante.