Los jóvenes están llevando a España a la quinta ola del coronavirus. Es cierto que no hay que criminalizar al colectivo y que, seguramente, habrá chavales muy responsables. Sin embargo, los datos están ahí. Ahora mismo, en Galicia se está vacunando al grupo de entre los treinta y los treinta y nueve años. Y resulta que el índice de personas que no acuden a la cita para inmunizarse ha crecido hasta el 35% en algunos casos. Una cifra muy superior a la que se registraba en otras franjas de edad, donde se rondaba el 15%. Desde luego, no se puede decir que estén actuando con responsabilidad. Algo que también demuestra el hecho de que la asistencia a los cribados masivos que convoca el Sergas para intentar identificar a esos contagiadores asintomáticos que están propagando la enfermedad hay ocasiones que no llega ni al 10%. Es cierto que ellos están cansados, pero como todos y cada uno de nosotros. Y, desde luego, no están demostrando la madurez que muchos les atribuyen.