El retablo de la Virgen de las Angustias de la parroquial de Cambados afronta un intenso trabajo de restauración. La operación se lleva a cabo con una cofinanciación entre la Cofradía y la propia parroquia. Para ello se utiliza, fundamentalmente, el dinero que, durante estos dos años de coronavirus, se habría destinado a la celebración de las fiestas y que, debido a las restricciones sanitarias, se ha ido quedando en el cajón.
Así lo explica el presidente de la Cofradía, Manuel Rial, que indica que una fuente principal de financiación es la venta de lotería que se realiza cada año.
El retablo, relata, se encuentra “en muy mal estado”. Como “bien patrimonial que es, aunque sea de la iglesia, siempre es interesante su recuperación”. La pieza presenta una importante afectación de carcoma, sobre todo por su parte trasera, la que no está a la vista. Eso complica las labores, que suponen un presupuesto de unos 17.000 euros. La mitad la asume la parroquia y la otra la Cofradía. Ayuda la Cofradía que se debe a la vecina dedicación a San Roque, “como buenos vecinos” que son ambos colectivos, ya que las labores de desinfección de esta parte del templo benefician a ambas estructuras.
Los trabajos dieron comienzo ya en las últimas semanas. Se arrancó, justamente, por esa acción de desinfección de toda la capilla lateral donde se ubica.
Los siguientes pasos son el desmontaje del retablo, al completo, la extracción de todas sus piezas, traslado al taller y restauración allí. Aunque a veces se puede trabajar en la misma capilla, el estado de afectación y el hecho de que lo peor esté por la parte trasera aconsejan un trabajo más minucioso en taller. “Tienen que llevarlo para una acción más a fondo, sobre todo por la parte de atrás”, explica Rial.
Una vez se complete el trabajo en los talleres, se volverán a traer todas la piezas, para su montaje. El tiempo que se tarde no es la prioridad. Concluida la desinfección, “ahora vienen las fiestas de Cambados todas”, por lo que, en principio, se esperará “a septiembre” para que sea desmontado y trasladado. A partir de ahí, “el tiempo que tarde. Preferimos que se demore algo más y que lo hagan bien”, una vez puestos en faena, subraya el presidente de la Cofradía.
Piden paciencia a los fieles y también comprensión durante el tiempo que duren estas operaciones. Esperan que el resultado merezca la pena. Y valoran ya extender este tipo de actuaciones a más retablos, piezas o imágenes.
“Volvemos a sacar a la venta lotería, para seguir recaudando, para otra restauración que sea necesaria”, indica Rial, que anima a la participación y compra de estos números para contribuir a la financiación de las actividades que promueve el colectivo.