Falta un plan de desarrollo rural

El futuro de Galicia depende de nuestro inmenso rural en peligro de extinción, ya hay más de 1.600 aldeas sin gente y va en aumento por abandono de las la administraciones públicas. No salen de la rutina de gastar recursos en asfaltos, aviones y helicópteros, obras faraónicas con abandono del rural que languidece.

1) Es urgente hacer un plan forestal ordenando las plantaciones para poder limpiar las máquinas entre las filas de los árboles. 2) Que se hagan cortafuegos y se limpien, e incluso que se instalen aspersores de agua para humedecer las franjas que protejan zonas ricas en arbolado en los días críticos de sequía. 3) Que se incentiven a los parados plantando y limpiando y vigilar los incendios, situados en sitios estratégicos para verlos desde su comienzo con medios terrestres cerca, para sofocarlos desde el principio, 30 minutos después es tarde como sobradamente pudimos comprobar durante estos 30 años. 4) Que se transformen y en parte, se eliminen las infraestructuras de alto coste como aviones y helicópteros que no consiguen apagar los incendios. 5) Que se instalen plantas de biomasa para poner en valor los subproductos forestales para crear energía eléctrica. 6) Que se haga un concurso abierto de estas propuestas para mejorarlas y desarrollarlas con eficacia y transparencia, haciendo evaluaciones de los resultados, para no caer en la rutina de estos 40 años. Así creamos una cultura de aprecio al monte. Tenemos las montañas y laderas de Galicia cada vez más calvas.

Si ponemos estas propuestas en práctica acabaremos con los incendios, con los pirómanos, con todas las sospechas que haya detrás de este misterioso tinglado montado para los incendios.

Puedo demostrar, in situ ,que una vez limpios tojos y demás malezas no vuelve a crecer debajo de los árboles. El fuego empieza por la maleza y sigue en las ramas que aumentan la capacidad de combustión, por eso hay que podarlas hasta lo más alto del árbol posible. Con ello no solo evitamos esos enormes incendios, también creamos riqueza aumentando la producción de madera y la economía del campo, de la enorme Galicia rural que necesita recursos para desempleados, al tiempo que nos beneficiamos de un medioambiente, la salud, turismo y dejaremos a salvo el futuro de generaciones.


Falta un plan de desarrollo rural

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