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sábado | 20 abril | 2024
Los amigos de lo ajeno volvieron a actuar este fin de semana en O Grove entrando en varios establecimientos y en alguna vivienda para llevarse mayoritariamente dinero, aunque en un caso se llevaron solo una bicicleta después de revolver una estancia. También han desaparecido otras estacionadas en la calle ante cualquier descuido del propietario, algo bastante frecuente en los últimos meses. Los episodios se produjeron en diferentes puntos de la localidad y los afectados empezaron ayer a interponer las correspondientes denuncias.
El propietario del quiosco bar O quinto pino de A Illa da Toxa es uno de los afectados. Los ladrones reventaron la puerta y se llevaron el cambio que tenía en la caja registradora; unos 150 euros a los que Breixo Serantes tiene que sumar las reparaciones, el trabajo del cerrajero para una solución provisional y la inversión que realizará ahora para poner una puerta de seguridad, cámaras y una alarma. Y eso que ya deja la llave puesta porque “a caixa custa máis cartos e se a rebentan, si que me fan un estropicio”.
Los episodios también se registraron en céntricas calles como Alexandre Bóveda, donde está ubicada la tienda ecológica Balumada. Su dueña corrió mejor suerte. No llegaron a entrar y pudo arreglar la puerta sin tener que pagar a un profesional, pero además de las medidas previstas por el hostelero hasta se plantea poner rejas porque “case esperas a ter un segundo susto” y “a ver se tomando medidas máis duras os disuades de entrar”, cuenta.
En su caso incluso alertó de los hechos en las redes sociales pues se muestra convencida de que son un grupo de delincuentes habituales y “a ver se así polo menos se cortan”. A la vista del “modus operandi” y de que todos se produjeron el fin de semana, es posible que se trate de las mismas personas. El socio de Serantes cerró el viernes sobre la una de la madrugada y al día siguiente se encontró con la desagradable sorpresa y en el caso de la comerciante, los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes.
La Guardia Civil y la Policía Local se trasladaron al lugar de los hechos para reunir pruebas y los propietarios ya han empezado a denunciar. Pero además, en el caso del chiringuito de A Toxa, están viviendo un verano especialmente difícil por el vandalismo de botellón, aunque están prohibidos.
Su propietario relata que se juntan pandillas de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 20 años que les provocan destrozos: “Queimáronnos dúas mesas, destrozan os carteis onde publicitamos a comida, rompen sillas... Levamos todo o verán loitando”. Lo más grave es que su socio vivió un episodio violento cuando pilló “in fraganti” a un grupo: “Colleron un pau como para pegarlle. Ou se non escapan dicindo síntoo señor”, añadió.
El hostelero explica que se trata de pandillas de veraneantes y que son tantas y están tan descontroladas que los vigilantes “non dan feito, é un caos. Isto xa parece Vietnam”. Con todo, descarta que estén detrás del robo pues estos episodios suceden en el marco de botellones, así que sospecha que se llevarían botellas de alcohol y no dinero.
