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jueves | 25 abril | 2024
No hay ningún tipo de mensaje, ni siquiera un objetivo concreto. Papeleras, placas de edificios como la Sala Rivas Briones, verjas de negocios o paneles con información turística y patrimonial, son las víctimas de las pintadas que, desde hace un tiempo, han tomado el casco urbano.
El Concello señala que la actividad vandálica se intensificó durante el verano y, advierte, nos cuesta dinero a todos. “Si alguien cree que romper el mobiliario urbano o pintarlo le sale gratis, lo cierto es que las reparaciones y limpiezas también saldrán de su bolsillo de forma indirecta. Y si se les identifica o denuncia, con la correspondiente sanción a mayores”, explican fuentes municipales.
Sin embargo, la persecución de este tipo de actos es compleja, ya que para ello sería necesario interceptar al autor con las manos en el spray. “Se están haciendo pesquisas para tratar de averiguar quién es el autor, para denunciarle”, apunta Ravella.
Y es que precisamente saber la autoría de los hechos es el paso previo para acudir a la Comisaría. Es lo mismo que sucede, por ejemplo, en el parque de Matosinhos, donde la pasada semana varios de los juegos aparecieron rotos, con las cuerdas cortadas o maderas destrozadas.
Los vecinos también se quejan, en este caso, de la falta de mantenimiento. EL Cocnello ya retiró el sábado las piezas y trozos de madera rotos, para evitar riesgos de los niños que juegan allí. Además, ya están pedidos los recambios para proceder a las reparaciones necesarias, lo que se hará tan pronto como lleguen los suministros, ya que se trata de piezas homologadas específicas.
El gobierno local también se compromete a incrementar la frecuencia del paso de las patrullas por la zona, pero piden en ambos casos la colaboración ciudadana. “Si ven actuar a los vándalos, llamen de inmediato a la Policía para que puedan cogerlos, identificarlos y actuar en consecuencia”, señalan desde Ravella que, mientras, apuesta por trabajar en la educación y concienciación sobre el valor de lo público.
