O Grove se moviliza para salvar la vida de una delfín común y su cría que quedaron varados

O Grove se moviliza para salvar la vida de una delfín común y su cría que quedaron varados
Dos de las tres agentes de Policía Local que, con Emerxencias, llegaron las primeras

Final feliz para una madre y un juvenil de delfín común oceánico que ayer aparecieron varados en las inmediaciones de Punta da Besada, en O Grove, y fueron devueltos al mar tras un importante despliegue centrado en que pudieran marcharse juntos, algo fundamental para su supervivencia. A diferencia de los arroaces, esta especie no acostumbra a acercarse tanto a la costa, pero debido al temporal seguramente se desorientaron y acabaron en aguas interiores intentando salir atravesando el istmo justo en un momento de marea baja, lo que les puso en grave peligro. De hecho, en el caso del más joven se temió lo peor porque cuando llegaron estaba “completamente en seco e pensabamos que estaba morto”.

Así lo relataba una de las tres agentes de Policía Local de O Grove que junto a una compañera de Emerxencias fueron las primeras en acudir al rescate mientras que no llegaban los expertos de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma). Eran las nueve de la mañana y seguramente llevaban toda la noche allí. Se trataba de una hembra adulta de unos 2,20 metros y una cría macho pero de cierta edad con sus 180 centímetros de longitud. Ella consiguió salir y siguió hacia el interior, hacia la ensenada de A Lanzada.



“Incluso lle falabamos”


Para entonces ya se había montado un amplio dispositivo incluso por tierra, con efectivos recorriendo la costa en su busca. La localizaron no muy lejos de allí, en las inmediaciones del islote de Loraña, y otra vez con dificultades porque no había mucha profundidad. En este caso fue fundamental la ayuda del Club Breogán que con su barco “dragón” llegó al punto. Uno de sus miembros se echó al mar y con la ayuda de otros palistas consiguió retenerla para su rescate. El otro ejemplar se mantuvo vivo gracias a la hidratación continúa con las manos y toallas húmedas que le proporcionaron. “Incluso lle falabamos, dándolle ánimos, como se fora unha persoa”, contaba la misma agente emocionada porque la historia tuviera un final feliz. El delfín silbaba como llamando a su madre, aunque ya no se trataba de una cría muy pequeña, como señaló el biólogo Alfredo López, uno de los miembros del equipo del Cemma que se trasladó a O Grove para el rescate, que se realizó junto con el Bottelnose Dolphin Research Institute (BDRI).

El experto explicó que era importante sacarlos conjuntamente para evitar que se estuvieran buscando y volvieran a tener problemas. Y así se hizo, subiéndolos a una zódiac con la que viajaron con poco espacio, ante el gran tamaño de los ejemplares, para soltarlos en mar abierto. Todo ello en menos de tres horas gracias a la cooperación de todos los participantes en el dispositivo, en el que también colaboró la Cofradía de Pescadores.



Buena salud, pero cautela


Una veterinaria les tomó muestras de sangre y aparentemente presentaban buen estado de salud, salvo unos rascazos sin importancia, pero aún así, “haberá que esperar porque pode pasar que non sexan capaces de sobrevivir e un arrastre ao outro a praia e volvan varar”, explicó López. Y es que a veces se acercan a la costa por un problema de salud y la cría suele seguir a la madre. Esperan que no sea el caso. 






O Grove se moviliza para salvar la vida de una delfín común y su cría que quedaron varados

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