Sin respuestas, sin debate y con incredulidad. El PSOE de Vilanova no obtuvo ayer ninguna contestación o réplica del grupo de gobierno popular durante el Pleno ordinario de noviembre. Ni el alcalde, Gonzalo Durán, ni el resto de sus concejales dirigieron palabra alguna al principal grupo opositor cuyo portavoz, el socialista Javier Dios, tildaba posteriormente lo vivido de “surrealista”.
Ciertamente, fue una sesión atípica. El gobierno local no contestó a ninguna pregunta o planteamiento de los socialistas. Ni siquiera se posicionó sobre las dos mociones que el grupo de Dios había presentado y a las que dio lectura. Nada. El vacío, seguido del rodillo de la mayoría absoluta para tumbar todas las proposiciones de los izquierdistas.
Aunque nadie lo explicitó, a los socialistas no se les escapaba que aquella actitud derivaba con total probabilidad de las últimas polémicas que tensionaron la relación de ambos grupos. Primero, la condena firme al regidor por delito de falta de respeto y consideración debida a la autoridad, por aquel “chacha para todo” que dedicó a la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. Después, la denuncia de Durán ante la Guardia Civil por el lanzamiento de un objeto incendiario contra su vivienda, de cuya autoría el gobierno local insinuó en responsabilizar al PSOE o a su entorno.
Los socialistas creen que Durán explota ahora un papel de “víctima” a modo de cortina de humo para desviar la atención de su sentencia. Y que la actitud mostrada en el Pleno es otra prueba de ello. Una prueba, afirman, que atentaría contra la naturaleza del Pleno y contra la consideración de legítimos concejales que también ostentan los de la oposición, valoró Javier Dios.
Aunque la forma fue lo más llamativo de la sesión de ayer, también hubo fondo. Eso sí, despachado en apenas veinte minutos, al no haber prácticamente debate. El Pleno aprobó el plan de acción para el clima y la energía, que supone un ambicioso paquete de acciones para reducir el impacto ambiental de la actividad municipal. El PSOE propuso algunas mejoras, una comisión de seguimiento y reuniones periódicas, propuestas que, como se dijo, no obtuvieron respuesta alguna.
El otro gran asunto fue una moción del ejecutivo para instar a la Diputación a ejecutar inversiones pendientes en el municipio: Las aceras de As Sinas, la carretera de Baión y las aceras de Ousensa. El PSOE apoyó ambos puntos, pero los populares rechazaron una moción socialista, pese a que se pedía justamente lo mismo en lo tocante al tramo vial de Ousensa: “Unha actitude de meniño pequeno”, reprochó el opositor.