Arousa se recupera, de forma paulatina, de un apagón que provocó numerosas incidencias, aunque ninguna que se sepa de carácter grave, disparó las llamadas al 112 y a las Policías y provocó cuantiosas pérdidas económicas todavía por determinar, paralizando casi por completo la actividad. Aunque la electricidad volvió a los hogares y también la señal de internet, la cobertura de los móviles continúa dando problemas.
Los incidentes más repetidos fueron las anegaciones de sótanos y atrapados
A primera hora de la mañana, la vista estaba puesta en los colegios, que abrieon para acoger a los niños y jóvenes, por orden del Gobierno del Estado y tras recibir, hace escasos minutos, una directriz de la Xunta de Galicia. Sin embargo, no hubo actividad lectiva, ni transporte escolar, ni actividades extraescolares.
En las tres comarcas de Arousa, las protecciones civiles, bomberos y servicios de emergencia reforzaron sus plantillas y se afanaron en resolver las incidencias, especialmente relacionadas con gente atrapada en los ascensores.
En Vilagarcía, fueron sobre una docena de atrapados los que atendió Emerxencias, que priorizó la atención a las personas dependientes. En Ribeira, por ejemplo, hubo entre cinco y diez rescates. Cuatro de ellos fueron atendidos por los Bomberos, que también anularon otras cuatro salidas relacionadas con el apagón porque ya intervinieron otros medios.
Además, en la capital barbanzana hubo más de seis garajes inundados porque no funcionaban las bombas de achique, que también se registraron en sótanos de Rianxo, Cambados, Vilagarcía (donde también afectó a aparcamientos subterráneos) y Boiro, donde se movilizaron a efectivos de los dos parques barbanzanos por un posible incendio en un garaje.
Por otra parte, en Pontecesures se produjeron incidencias en los tres pasos a nivel de ADIF, que por seguridad mantuvieron las barreras cerradas. Aunque ello obligó, en un primer momento, a reordenar el tráfico, ya que uno de los pasos está en el medio de la vila, cerca de las dos de la tarde ya estaba restablecida la normalidad.
La atención a las personas mayores y dependientes fue uno de los principales objetivos de los dispositivos montados en los concellos, como en Ribeira, donde se ayudó a los usuarios del centro de día a bajar a la calle y a diversos vecinos a subir a sus domicilios. Además, en Vilagarcía tuvieron que ayudar a una comunidad de vecinos cuyos portales están automatizados.
La atención a las personas mayores y dependientes fue el objetivo principal
Las policías locales y los servicios de emergencia de las comarcas arousanas reforzaron sus patrullas y dispositivos. En Vilagarcía se registraron pequeños robos de mesas y sillas de terraza y de material de obra, pero en general desde el Concello destacan el comportamiento “exemplar” de la población. Los efectivos continúan trabajando para restablecer la normalidad por completo y a primera hora de la mañana se establecieron dispositivos de vigilancia del estado de bombeos como el de Bamio o A Laxe. Precisamente una avería en el sistema de la Mancomunidade dejó sin agua San Vicente, en O Grove.
La mayor parte de los concellos retomaron la actividad en las instalaciones deportivas por la tarde y se espera que la normalidad sea ya la tónica en las próximas jornadas. .