Frustración entre comercio y tejido empresarial por la incertidumbre tras el apagón general

El sector acusa ser el que “máis sufre as consecuencias” del corte de suministro al ser “o último eslabón da cadea”
Frustración entre comercio y tejido empresarial por la incertidumbre tras el apagón general
Los comerciantes se vieron obligados a cerrar la verja, pero ayer volvieron a abrirla | Mónica Ferreirós

F. Frieiro / A. Louro

 

Frustración e incertidumbre. Estas son la sensaciones que se experimentaron tanto entre los comerciantes de Arousa como entre los responsables de empresas de las tres comarcas de la Ría. A todos, sin excepción, el gran apagón los pilló trabajando. “En un primer momento pensábamos, claro está, que solo era una situación momentánea”, señala la presidenta de la asociación de comerciantes Zona Aberta, Rocío Louzán. “A medida que ía pasando o tempo a sorpresa íase tornando en preocupación”, reconoce la comerciante. Los socios del colectivo vilagarciano decidieron el lunes –en un 90%– bajar las rejas de sus negocios al ver que no había una solución pronta. “Fue una decisión que optó la mayoría”, reconoce. Eso sí, ella fue una de las que mantuvo abiertas las puertas de Moto Bazar. “Tengo un cliente que vino desde Pontevedra en tren y luego se desplazaba a su puesto de trabajo en bici. Tuve que venderle un casco para que volviese a casa con seguridad”, explica.


En la jornada de este martes –en la que no se hablaba de otra cosa en la calle– los comercios de Vilagarcía abrieron sus puertas con absoluta normalidad. “Todo sin problemas. No lamentaron, además, ningún tipo de acto vandálico”, explica.


Una situación muy similar es la que se experimentó en Entretendas, en Sanxenxo. Su gerente, Conchi Horro, declara que “en algunos casos los comercios cerraron por la imposibilidad de cobrar con tarjeta, o de probar prendas a oscuras o enseñar exposiciones”. Además indica que “otros trabajaron un poco a la antigua usanza, apuntando en libretas para pasar al ordenador al día siguiente e incluso fiando a los clientes de confianza, porque la gente no tenía efectivo”.


De hecho en lo que todos coinciden es que “nos dimos cuenta de lo dependientes que somos de las nuevas tecnologías”. 


Precisamente fue este el factor que afectó en gran medida al tejido empresarial de la comarca. “Estuvimos sin internet y sin posibilidad de conectarnos ni a nuestros servidores, en el caso de mi empresa, ni tampoco con otras oficinas”, señala Jesús Rey desde Salnés Empresarial. Una problemática extensible al resto de sus asociados, de sectores muy diferentes. “Por encima hoy (por ayer martes) tampoco va el certificado digital para nada. Hay trabajo pendiente que no podemos hacer”, indica Rey. Añade a mayores que “estar aislado fue con diferencia la peor sensación”. Sobre todo teniendo en cuenta que internet no iba y que el único contacto con el mundo era la radio.


“Último eslabón da cadea”

El Ribeira, el presidente de la patronal, Francisco Martínez, explica la incertidumbre vivida en una jornada fatídica para el comercio local, “o último eslabón da cadea”: “Somos vulnerables ao 100% e, ao final, somos os que máis sufrimos as consecuencias” del apagón. Así quedó evidenciado tras una reunión de última hora de los miembros de la asociación, que iniciaron un análisis del enorme coste que supondrá la jornada para un sector que ya en los últimos tiempos se ve amenazado por la globalización, las grandes cadenas y las compras online. La mayoría, explica Martínez, tuvo que cerrar la verja, aunque fueron muchos los que esperaron hasta última hora, pendientes de un posible regreso de la corriente eléctrica.


Una situación que también provocó el aplazamiento del Pleno municipal ribeirense para este martes. Una decisión política que tampoco sentó nada bien a la patronal, ya que a esa misma hora estaba organizada un encuentro entre empresarios y ejecutivo para analizar el avance y medidas a tomar de cara a la creación de suelo empresarial a través del nuevo polígono industrial. Así, finalmente, los miembros del gobierno local no acudieron a la reunión, algo que afea Martínez: “A convocatoria estaba feita desde fai moito tempo e tiñan a posibilidade de realizar a sesión plenaria en outro día ou hora”.


En Boiro, de momento, también se mantienen a la espera de hacer una valoración de los hechos, al igual que, al otro lado de la Ría, en Cambados. En cualquier caso, solo servicios básicos y servicio de terraza de establecimientos hosteleros fueron los únicos que pudieron mantener, mínimamente, la actividad. 

Frustración entre comercio y tejido empresarial por la incertidumbre tras el apagón general

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