Es cambadés y no fue futbolista, aunque lleva el nombre de uno de los legendarios del balón en la liga española. Amancio Calvet celebró con una buena copa de albariño que ha llegado a los 101 años, que se dice pronto. Lo hace con una jovialidad que muchos querrían con bastantes décadas menos y con una de esas miradas que muestran que han vivido mucho. Un cambadés de los centenarios.