Lograr un ascenso es un gran motivo para darse un homenaje. Pero se ve que a Gerard Piqué, propietario del Andorra, que el año que viene se medirá al Dépor, Ponferrada se le quedaba pequeña para celebrar y no dudó en echarse a la carretera, la A-6, concretamente, para venir a disfrutar de las bonanzas nocturnas coruñesas. Ya saben, para comer, Lugo; y para festejar, A Coruña.