El Campo de Monte Redondo acogió el partido de vuelta de la eliminatoria de ascenso a Segunda Futgal entre el SD Chispa y el Dorrón CF. Un duelo agridulce, y es que la felicidad de los visitantes por conseguir el billete de ascenso a Segunda Futgal se vio empañada por la fuerte lesión que sufrió Brea en su rodilla. A pesar de que el Chispa hizo todo lo posible para remar a contra corriente, la eliminatoria se saldó con un global de 5-2, por lo que Vilanova se convirtió en el escenario de la gran fiesta del Dorrón.
Los visitantes se desplazaron con multitud de aficionados, que llegaron a Vilanova preparados para la batalla, con bocadillos incluídos, y toda clase de material de animación para impulsar al equipo, que enfrentaba la vuelta con un 3-1 a su favor. Lo cierto, es que en Monte Redondo no cabía una sola persona más.
El Dorrón comenzó adelantándose en el marcador con un gol de penalti que colocó a los visitantes con un 4-1 en el global. La respuesta de los locales pasó por anotar en la jugada inmediata el 1-1, que les dejaba a solo dos goles de forzar la prórroga.
Las malas noticias llegaron cuando a quince minutos del final, con el marcador señalando el empate a uno, el encuentro se tuvo que parar ante la fuerte y grave lesión de Rodrigo Brea en su rodilla, jugador del Chispa.
Fue necesario llamar a la ambulancia, por lo que el encuentro no pudo reanudarse hasta que llegó para retirar al futbolista del campo. Después de una agónica espera de más de 20 minutos, el balón volvió a rodar en Vilanova.
Así, en una acción a balón parado en la que un remate de cabeza puso el definitivo 1-2 que cerraba el global en 5-2, por lo que finalmente los de Sanxenxo sellaron el capítulo de oro de su historia y disputarán por primera vez la categoría de Segunda Galicia.