Que el secesionismo, pese en lo de acosar a un niño de cinco años, no se pone de acuerdo en casi nada es algo sabido. Sin embargo, pocas veces se ha evidenciado tanto el enfrentamiento entre ERC y JxCat como a raíz de la decisión de Borrás de proponer que Aragonés se tenga que someter a una moción de confianza tal y como pactó el president con la CUP (la tercera pata de este banco imperfecto). Borrás, como no, luego intentó desdecirse, pero ahí están las grabaciones para demostrar que, de nuevo, los mensajeros no son los responsables del desaguisado en el que andan.