Dicen los farmacéuticos que con tan solo siete minutos de exposición al sol obtenemos la cantidad que nuestro organismo precisa de Vitamina D. Eso por estos lares lo cumplimos a rajatabla, porque en cuanto vemos a dicho astro y nos lanzamos a disfrutar de él por un momento, tenemos que hacerlo mirando de reojo al cielo por si le da por llover.