El timo de la estampita sigue vigente, pero en su versión moderna. Ya no te paran por la calle para contarte un cuento y enseñar una serie de billetes dentro de un sobre para desplumarte después. Ahora todo va a través de la red de redes. Cada vez son más los intentos de engañar a los ciudadanos a través de mensajes telefónicos o a través de internet y lo peor de todo es que tienen éxito a tenor de las estadísticas. La ciberdelincuencia está en auge. Cuidado.