Rebajan a 32 años de cárcel la petición de condena por el atraco a la gasolinera

Rebajan a 32 años de cárcel la petición de condena por el atraco a la gasolinera
El juicio contra Domingo García y Pablo Fojo quedó visto para sentencia | Chechu Río

La Fiscalía rebajó de 40 a 32 años de cárcel su petición total de condena para los dos acusados -16 años para cada uno- por un concurso de delitos relacionados con el atraco a la gasolinera de Salmón perpetrado en la madrugada del 19 de enero de 2019 y en el que resultó herido un empleado al recibir un disparo de proyectil con una escopeta de caza. Fue la valoración realizada por dos forenses del Imelga sobre las lesiones sufridas por la víctima la que hizo que el fiscal jefe de Santiago, Mario Piñeiro, modificase a la baja el escrito provisional de acusación en ese punto. Y redujo de 18 a 17 puntos la valoración de las secuelas, tras pasar por 4 intervenciones quirúrgicas y la pérdida de calidad de vida, lo que repercute en la reducción de la indemnización que se demanda y a la que deberán hacer frente los procesados en caso de resultar condenados.

Ese cambio se debió, especialmente, a la respuesta negativa que dieron esos forenses a la pregunta que les formuló el presidente de la sala, Ángel Pantín, sobre si las lesiones o secuelas que presenta son equivalentes a la pérdida del miembro o una gran deformidad, además de indicar que no evidenciaron cojera alguna en el joven, aunque si sufre secuelas como que no puede flexionar la pierna afectada, correr o mantenerse de pie mucho tiempo. Esa circunstancia provocó que el fiscal rebajase de 9 a 6 los años de prisión que les pedía a cada uno de los dos procesados, Pablo Fojo Mariño “Jarrones” y Domingo García Sevilla “Calila”, por el delito de lesiones. De igual modo, retiró la acusación contra el segundo relativa a la tenencia ilícita de arma corta, por considerar que la pistola antigua incautada en su piso de Abesadas estaba inutilizada al carecer de cañón para disparar.

El fiscal mantuvo el resto de peticiones de condena al entender que hay evidencias e indicios suficientes sobre la autoría de los acusados respecto al robo de la moto en un garaje de un céntrico edificio de Ribeira, del robo con violencia en la gasolinera, de tenencia ilícita de armas en relación a la escopeta con la que se realizó el disparo que hirió al empleado y de las lesiones causadas a este último. Mario Piñeiro centró su intervención en la acreditación de las lesiones e hizo una remisión a la prueba que se practicó: informes de la Policía Científica sobre mediciones de los autores del atraco, la fotografía de la moto tapada en su práctica totalidad que se dijo que tomó un vecino en la plaza de garaje de Pablo Fojo, la declaración del policía instructor del caso y el informe de vestigios de pólvora en una bolsa y guantes. Aunque no discutió que sean toxicómanos, les negó la aplicación de la atenuante de drogadicción por entender que no tuvo influencia en la comisión de los delitos.

Jonathan Rivas, abogado de oficio de “Jarrones”, sostuvo que no hay prueba directa ni indirecta de la participación de su defendido en ninguno de los cuatro ilícitos penales por los que se le acusa, por lo que solicitó su absolución o que se le aplique el atenuante de drogadicción al quedar acreditado que eran consumidores de cocaína, hachís y alcohol y que esas adicciones condicionaban su comportamiento. Fue más allá al decir que las afirmaciones de la acusaciones por parte de la Fiscalía son “peregrinas”, y se reafirmó en que la instrucción policial tenía “más sombras que luces”, denotando una ausencia de diligencias que, a priori, podrían acreditar la total ausencia de prueba incriminatoria sobre Pablo Fojo. El letrado se refirió al cotejo del ADN que se le extrajo con el que pudiera haber en la cazadora que se halló en el registro en la casa de Domingo García para poder atribuírsela a su defendido, al que identificaron como piloto de la moto usada en el atraco y que llevaba una prenda similar, pero subrayó que no consta nada de eso en las diligencias.

Rivas Teixeira rebatió el informe sobre mediciones por considerar que carece de rigor científico, al igual que dijo de la mayoría de los indicios presentados. Aprovechó su intervención para manifestar su respeto hacia la víctima del atraco, solidarizándose con él y deseándole una pronta recuperación, sin perjuicio de la defensa que debe hacer de su cliente.

La abogada de “Calila” sostiene que hasta 2018 nunca se le detuvo junto a “Jarrones”

Por su parte. Elisa Sacido, abogada de oficio de “Calila”, que se adhirió a las argumentaciones formuladas por el letrado de “Jarrones” en relación a la valoración a la prueba en lo que a ambos les afectaba, puntualizó que no se utilizó para nada la recogida de muestras de ADN que se realizó a su cliente. Indicó que constan detenciones policiales de los dos acusados desde el año 2007 hasta el 2018, pero que en ninguno de los atestados figuran juntos Domingo García Sevilla y Pablo Fojo Mariño, con lo que quiso probar que no hay relación entre ellos. Y dijo que no está acreditado por los vecinos que exista esa relación entre ambos.

Respecto a la falta de rigor a la que hizo mención Jonathan Rivas, la abogada de “Calila” indicó que hay un informe en el que se dice que la madre de su defendido entregó una coraza de una moto, pero no aparece el acta donde que recoja que la hace efectiva, ni en que circunstancias la entrega. La abogada dijo lo mismo en relación a que es el instructor el que manifiesta que el propietario de una moto de cross robada la identifica como suya en el vídeo del atraco pero no lo acredita ni en su declaración policial ni judicial. Añadió que las imágenes son malas y que no se puede hacer la comparativa con las zapatillas, ni la cazadora. Y dijo que, pese a que uno de los acusados, Domingo García, mide bastante más que el otro, en el estudio policial se dice que hay una diferencia de un centímetro entre las estaturas de los autores del atraco. l

Hallan residuos de pólvora en una bolsa y los guantes incautados en la casa de O Campiño

Tanto en los guantes negros como en el interior y exterior de la bolsa de deportes azul que la Policía Nacional incautó en el registro en el domicilio familiar de “Calila”, en el lugar pobrense de O Campiño, había residuos de pólvora compatibles con los cinco perdigones que se recogieron en la gasolinera en la que se registró el atraco y que analizaron. Así se hizo constar en la pericial practicada por el laboratorio químico-toxicológico de la comisaría general de la Policía Científica de Madrid a esos vestigios, del que ayer comparecieron por videoconferencia sus autores en la tercera y última sesión del juicio. Elisa Sacido, abogada de Domingo García Sevilla, argumentó que durante la custodia de esos vestigios se pudo producir una contaminación de los mismos, al pasar varios días desde que se produjo el disparo del proyectil hasta la intervención de los referidos objetos. l

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