Un desenlace cruel para devolver al Arosa a Tercera

Un desenlace cruel para devolver al Arosa a Tercera
Ross consuela a Luis Nuño, que falló el penalti | Mónica Ferreirós

Arosa 1-1 Bergantiños


Triste final a la temporada del Arosa en Segunda RFEF. Once meses después y en el mismo escenario donde había celebrado el ascenso, la amargura del descenso se apoderó de jugadores, directivos, técnicos y aficionados. El empate 1-1 ante el Bergantiños dejó a ambos equipos con las ganas de ir a Alicante y alargar la temporada. Fue un final cruel para los locales, que desperdiciaron por mediación de Luis Nuño un penalti para ganar en el minuto 88. Hubiese sido inútil la victoria de todas formas, ya que el Marino de Luanco remontó en Navalcarnero y ganó 1-2 con un gol en el minuto 94.


Los asturianos, al ganar sus dos últimos partidos ante rivales madrileños de la zona alta, se salvaron. La Gimnástica Segoviana jugará el play-out, y acompañan al Arosa en el descenso a Tercera Móstoles, Salamanca, Llanera y Ceares.


Nada se le puede reprochar al Arosa. El equipo de Luisito hizo un enorme derroche. Peleó hasta el final, espoleado por una afición impresionante. Cerca de 3.800 personas se dieron cita en A Lomba. Entregadas a la causa. Todo se puso en contra en la primera parte. Ya había avisado Remeseiro en un centro envenenado al que respondió Cobo. Y los visitantes hicieron el 0-1 a la salida de un córner superado el cuarto de hora. Lanzó Yelco, hubo un bloqueo en el que se fue al suelo un defensa local y remató de cabeza en área pequeña Brunet.


El gol fue justo después de que el técnico visitante, Jose Luis Lemos, hubiese ordenado un cambio de dibujo, pasando a cuatro defensas en vez de los tres con los que empezó. Y es que estaba mejor el Arosa en la presión. Los locales habían tenido la primera para el 1-0 en un taconazo de Luismi con remate abajo de Porrúa, al que respondió el portero Santi Canedo, el mejor de su equipo.


El gol y la variación táctica permitió al Bergan estar mucho más cómodo durante unos minutos. El Arosa perdió la capacidad de robo, por lo que mediada la primera parte Luisito movió también ficha en su dibujo y pasó a rombo en medio campo situando e Luismi en punta junto a Beda.


Antes de la media hora, el Bergantiños encontró espacios para correr y perdonó el 0-2. Escobar le ganó un balón en mediocampo a Piay, galopó 40 metros y puso un centro abajo al corazón del área que tocó Cobo. Yelco, con todo a favor, quiso ajustar su lanzamiento que fue tocado lo justo con el cuerpo por Campillo para evitar la sentencia.


Tras el parón de hidratación obligado en todos los campos de la categoría, fue el Arosa el que perdonó. Filtró Diz un buen pase sobre Porrúa, que en el mano a mano definió abajo pero Canedo se sacó una mano increible para evitar el 1-1. En el tiempo de aumento de la primera parte lanzó Cotilla una falta directa desde la parte derecha que rechazó otra vez Canedo en una gran parada.


Al descanso, los resultados mantenían muy vivas las opciones del Bergantiños de jugar el play-off. Tampoco le iban mal las cosas al Arosa en otros campos, a diferencia de en el suyo.


Luisito introdujo un doble cambio para la reanudación. Entraron Pedro García y Mon y se fueron Beda y Alberto Martín. El Arosa pasó a tres centrales y empezó la segunda parte mejor. Los resultados le seguían favoreciendo en otros campos y su afición no cesaba en su empeño de animar y hacer creer a los futbolistas. Porrúa tuvo el empate a centro de Fontán, pero de nuevo salvó Canedo. Luisito quemó las navez dando entrada a Nuño por Campillo, pasando de nuevo a defensa de cuatro y a jugar con Nuño y Luismi arriba. Lo cierto es que el movimiento reactivó a su equipo. Desde que llegó, el entrenador de Teo ha demostrado en todos los partidos su capacidad para intervenir en el partido con sus decisiones, muchas de ellas acertadas. La cuestión que se pregunta gran parte del arosismo es por qué Luisito no llegó antes, ya que el equipo en estas útlimas jornadas, más allá de los resultados, ha elevado su nivel competitivo.


El Arosa siguió generando situaciones de área. Nuño y Cotilla avisaron, y en el 73 llegó el gol. Centró Mon tras una segunda acción de córner al segundo palo y remató con el pie Pedro García. El 1-1 hizo rugir A Lomba. El Arosa no se frenó. Mientras el Bergantiños, al que tampoco le valía el empate, empezó a dejar jugadores descolgados en ataque. El final fue de infarto. Tuvieron algunas los visitantes, que necesitaban ganar y que marcase el Pontevedra en Palencia (acabó 1-1) ya que el Coruxo goleaba a al Segoviana. El Arosa necesitaba el gol que le mandase a Alicante. Y la tuvo. Brunet arrolló en un centro lateral a Nuño y el colegio madrileño decretó penalti. El delantero asturiano cogió con decisión el balón. Dispuesto a desquistarse de una temporada irregular. Pero lanzó a la derecha y paró Canedo para redondear su gran mañana. Fue un jarro de agua fría.


El Arosa lo intentó en la prolongación pero ya no generó opciones muy claras. Además llegó el gol del Marino que mataba todas sus opciones. Al final, lágrimas y tristeza en los locales, consolados por sus rivales. El Arosa desciende como penúltimo con 39 puntos, víctima de una mala planificación deportiva. Quizá eso hace el descenso más difícil de digerir, ya que por implicación de afición y ciudad estaba capacitado de sobra para seguir en Segunda RFEF.

Un desenlace cruel para devolver al Arosa a Tercera

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