El Arosa se queda en el camino

El Arosa se queda en el camino
Los jugadores del Vilalbés celebran su clasificación para la siguiente ronda y los del Arosa se lamentan al final del partido | m. ferreirós

Decepción en A Lomba. El Arosa se queda sin ascenso. Cayó apeado ante el Racing Vilalbés, que se impuso 1-2, en la segunda de las tres eliminatorias. Lo hizo en medio de un ambientazo en A Lomba. Justo como hace un año cuando certificó su descenso en el mismo escenario.


El partido se le torció muy pronto con el gol de Pablo Rey. El equipo de Luisito no estuvo cómodo en la primera parte. Mejoró mucho en la segunda y empató por medio de Pacheco, pero el 1-2 obra de José Varela a falta de un cuarto noqueó a los locales. Sylla estuvo a punto de llevar la eliminatoria a la prórroga en el tiempo de aumento, pero el portero Santomé, el mejor del equipo chairego, lo evitó.  Truncó así el sueño de volver a Segunda RFEF de los locales, que no pudieron evitar las lágrimas de tristeza al término del partido y de la temporada para ellos.


El Arosa no había perdido ninguno de los 16 partidos anteriores en casa. Pero el Vilalbés, al que no le ganó en ninguno de los cuatro enfrentamientos, acabó con la racha en el peor momento. El partido tuvo un invitado inesperado que condicionó el juego y la eliminatoria: el viento. Apenas iban dos minutos cuando Pablo Rey enganchó una volea en la frontal en un balón suelto y aire del norte hizo el resto. El lanzamiento hizo una parábola que superó a Manu Tábaos. Peor inicio imposible para los locales, que se vieron por debajo en la eliminatoria ante un rival que se maneja muy bien en la faceta defensiva.


El Arosa intentó reaccionar al mazazo con un par de acciones a balón parado, pero pronto se vio que al equipo de Luisito le costaba mucho progresar y profundizar ante el entramado que montó el Vilalbés en la zona media. Precipitación y problemas para superar las líneas trazadas por Simón Lamas. A los 16 minutos respiraron los locales porque la brecha pudo ser mayor, ya que el Vilalbés consiguió un segundo gol en una acción rápida por la izquierda que finalizó con un gran disparo Álex Pérez, pero uno de los asistentes levantó el banderín señalando un dudoso fuera de juego.


El Arosa no carburaba y Luisito decidió hacer un primer cambio a la media hora. Julio parecía el que iba a ser reemplazado tras sufrir una dura entrada en el tobillo, pero finalmente se fue Santi. Entró Sandá en el mediocampo, retrasando Vidal su posición a la de central. Al Arosa le costó mucho en la primera parte encontrar a Iñaki entre líneas. Al fin en el minuto 34 conectaron con el mexicano, que se sacó un disparo desde la frontal que despejó con apuros Santomé. De ahí al descanso el Vilalbés, ya más cansado, se hundió en su campo. El Arosa trató de encontrar espacios para meter balones al área, pero los visitantes no se resquebrajaron. Ya en el minuto 45 llegó un gol anulado al Arosa. Fue en una falta lateral lanzada por Brais Pedreira y que remató Sylla en área pequeña, pero el asistente levantó el banderín e invalidó la acción. Difícil de juzgar para el público.


En la segunda parte el Vilalbés ya no pudo mantener el ritmo en su presión. El Arosa pasó a jugar en campo contrario, moviendo muy bien el balón y encontrando a Julio en la posición de interior como abrelatas, merced a la amplitud que también daban Pedreira y Cotilla. Percutieron los locales y empezaron a generar llegadas y ocasiones. Pero emergió en el partido la figura del meta Santomé, que salvó el 1-1 con los pies in extremis a remate de cabeza de Pedreira en área pequeña tras asistencia medida de Julio.


Una caída de Sylla con Buyo y un remate de Martín aumentaron el bagaje ofensivo del Arosa, que lo estaba rondando y mereciendo. Y llegó. Iñaki lanzó un córner que remató con el pie Pacheco,  Santomé volvió a aparecer, pero en el rechace, como si fuese un poderoso delantero centro, el propio Pacheco no perdonó.


El Arosa y su afición se vinieron arriba con el gol. 
Pero con los cambios el Vilalbés cogió aire y dio un aviso en un centro de Marcos Álvarez sobre José Varela, que perdonó completamente solo. Fue una advertencia. En el otro área Santomé volvió a lucirse en un centro chut de Iñaki desde la izquierda. El Arosa no se frenó tras empatar y siguió volcado, con Julio tirando túneles por doquier.


Pero el que marcó fue el Vilalbés. Condujo por el centro Marco Álvarez, dudó la defensa mal escalonada y José Varela entrando desde segunda línea batió a Táboas. La afición visitante, cerca de 200 personas, se vinieron arriba. Los locales quedaron noqueados. En el campo y en la grada. Los cambios de Luisito, lejos de reactivar al equipo, esta vez no funcionaron. El partido ni siquiera se jugaba ya en el campo visitante. Y así pasaron los minutos hasta que en la última, ya en el descuento y a balón parado, se elevó Sylla en el área y remató de cabeza, pero Santomé rechazó y eliminó de la pelea por el ascenso al Arosa.


Las lágrimas de los jugadores, aficionados y del propio presidente en el palco explican la enorme decepción de lo acontecido. Un triste y doloroso final anticipado del play-off de ascenso para un club que no deja de crecer en respaldo social. 

El Arosa se queda en el camino

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