Tras toda una vida vistiendo la camiseta del Club Juventud Cambados, llega el punto de inflexión para Francisco Javier Álvarez Galiñanes, más conocido como Fran. El central lleva más de una década brindando su mejor versión en Burgáns, y en esta última temporada, ha sido uno de los pilares de Pénjamo, disputando más de 3.000 minutos en la campaña de ascenso a Tercera RFEF.
Entre tijeras y balones, el cambadés valora una temporada de la que nunca se habría podido imaginar un desenlace tan bueno como el que se dio. “Ahora después de desconectar ya lo vemos todo de otra manera, pero estamos metidos de lleno en tema de reuniones de cara a la próxima temporada”, comenta Fran. Una campaña en la que desearía seguir vistiendo la camiseta del Cambados, pero todavía quedan muchas cosas por valorar.
Fran cuenta con su propio negocio de peluquería en Cambados, algo que hasta el momento pudo compaginar con el fútbol, pero ahora que el equipo sube de categoría, las exigencias también son mayores para todos. “Nunca tuve la oportunidad de jugar en Tercera, pero sí que tuve compañeros que estuvieron en la categoría y todos coinciden en que notas más la diferencia física”, comenta.
“Estar en Tercera ya te exige un día más de entrenamiento, por ejemplo. Yo hasta ahora podía compaginarlo con mi horario laboral, que es imprescindible, porque en estas categorías no puedes vivir del fútbol. Todavía tengo que valorar varias cosas porque sería tiempo que le quitas a la familia y demás”, señala el central. Lo cierto, es que en caso de que los horarios no cuadrasen, Fran no se plantea vestir otros colores que no sean los del Cambados.
“Los días no dan para más, y si el fútbol no se puede adaptar al trabajo, ahora mismo por mi cabeza no pasa asumir otro rol. En caso de que esa fuese la situación dejaría el fútbol a un lado”, explica el peluquero. “Yo tampoco soy un chavalito y todo ayuda. Deportivamente sí que es algo que me gustaría vivir, porque nunca pensé que pudiera llegar algo así”, explica.
Si algo ha determinado el último año del peluquero afincado en Cambados fue el ascenso con el equipo de su vida, pero también la comunión que se creó entre el equipo y el resto de los aficionados.
“Lo más positivo de todo evidentemente es el ascenso, pero después de tantos años, ver la comunión que hay entre el pueblo y el club es la mayor recompensa”, señala el central, que empezó desde bien pequeño, cuando a penas tenía tres años, a darle patadas al balón vistiendo la camiseta del Juventud Cambados, con solo un par de salidas en toda su carrera deportiva. “Ya uno pierde la cuenta de cuántos años llevo aquí”, bromea.
“Desde que hubo un cambio en la directiva, se empezaron a hacer las cosas bien, se hablaba de fútbol por el pueblo. Yo aquí en la peluquería ya escuchaba temas de conversación del Cambados, cosa que antes era impensable. Este año ya pues al ir bien en la clasificación y ver que luego teníamos posibilidades de llegar al play-off y poder ascender a Tercera RFEF, la gente se volcó mucho con el equipo”, destaca.
Una afición totalmente entregada, de la que el Juventud Cambados espera el apoyo ahora que están en una categoría superior, sobre todo a través de una buena campaña de socios. “Espero que por el bien del club, toda esa gente que parecía que estaba enchufada con el equipo, se vea igual o aún más este próximo año, porque con este cambio de categoría, pasas a competir con grandes pueblos que cuentan también con grandes aficiones y más socios.
Tercera exige otras cosas en todos los aspectos, por lo que el futuro de la entidad cambadesa pasa por realizar una buena campaña de socios que les permita contar con fondos necesarios para hacer una buena temporada en Tercera RFEF.
Por el momento, la entidad cambadesa se encuentra trabajando en reunirse con todo el equipo que consiguió el anhelado ascenso a Tercera, y hasta el momento, solo han confirmado la renovación del entrenador, Pénjamo, y del canterano Gonzalo.