Chaumet presenta “Un Age D’or ”

Chaumet presenta “Un Age D’or ”

Una inmersión en aquellos años de creatividad desenfrenada, cuando Chaumet revolucionó los códigos del mundo de la joyería, situándose una y otra vez a la vanguardia.


Desde el movimiento hippy hasta la música disco y el punk, los años 1965-1985 rebosan de las más locas tendencias. En este período caracterizado por un viento de libertad audacia, Chaumet volvió a erigirse como casa pionera sacudiendo los códigos de la joyería, sin renegar, no obstante, de su historia, inspirándose en su pasado, la Casa ha hecho gala de una flamante modernidad.

 


Entre diseños deslumbrantes y técnicas innovadoras, sigue creando joyas únicas y revisita su saber hacer ancestral.


Desde su creación en 1780, la historia de Chaumet se ha desarrollado ligada a la historia de Francia. Tras colaborar en la joyería de la  Reina María Antonieta, el fundador de la Maison, Marie-Étienne Nitot, estableció su propia clientela aristócrata y se convirtió en el joyero oficial del emperador Napoleón I.


Como diseñador y, a su vez, innovador, cumplió órdenes de la Emperatriz Joséphine y, posteriormente, Emperatriz María Luisa. Llegó a convertirse en el indiscutible maestro del estilo del Imperio y se anticipó al periodo del romanticismo, basado en el sentimentalismo. Chaumet ha sido durante 230 años el experto en alta joyería cuyo legado ha ido traspasando de generación en generación de acuerdo al gusto y la moda parisina de cada época. Las creaciones de joyería y relojería reflejan esta visión y conocimiento excepcional y sacan a la luz mensajes de amor. La joyería romántica es de nuevo el tema de unión de las nuevas colecciones. Liens, símbolo de la amistad, filiales o lazos amorosos. Attrape-moi... si tu m’aimes (Atrápame... si me quieres), sinónimo de seducción. Dandy, una evocación de la elegancia masculina.

 

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Le Grand Frisson, una expresión abstracta de amor a primera vista. Joséphine, símbolo del poder del amor. La sede de Chaumet, en el número 12 de la Place Vendôme, incorpora el estudio de diseño, el taller de la alta joyería, la boutique junto al Salon des Diadèmes y el Grand Salón del siglo XVIII catalogado como monumento histórico. Actualmente, Chaumet continúa su desarrollo internacional como parte del grupo LVMH que cuenta con más de 70 boutiques situadas en las principales capitales del mundo como París, Londres, Tokyo, Pekín, Hong Kong, Moscú y 400 puntos de venta al por mayor en todo el mundo.


Chaumet nace en 1780 y su historia está estrechamente ligada a la historia de Francia. Las excepcionales habilidades se han ido canalizando de generación en generación, de un maestro joyero a otro. La historia comienza con un encuentro entre un brillante joyero parisino, Marie-Étienne Nitot, un empleado en formación de Aubert, el joyero de la Reina María Antonieta, y Napoleón Bonaparte. Nitot atrapó el caballo del emperador en un intento de huida de este y, Napoléon, agradecimiento por su interés y amabilidad, convirtió al joven en el joyero oficial del Imperio. El nuevo emperador era tan ambicioso que pretendía convertir a Francia en el centro europeo de la creatividad, el lujo y la moda. Insistió en que la Corte Imperial apareciera en las ceremonias con brillantes decoraciones y el fundador de Chaumet y sus fantásticas creaciones ayudaron a enaltecer el mito del Imperio. 

 


En 1802, produjo la espada del Cónsul en la cual se forjó la figura del gobernador, diamantes de 140 quilates que se encuentra disponible actualmente en el museodel Louvre. Dos años después, diseñó la espada imperial, y las joyas tanto para la consagración del Emperador como para la coronación de Joséphine. 

 

Para Napoleón y las mujeres de su vida, la Emperatriz Joséphine y, posteriormente, la Emperatriz María Luisa, se crearon lujosas joyas que simbolizaban el poder y el esplendor del Imperio. El joyero también sobresalió en el arte de la joyería romántica. Inventó la pulsera acróstica, compuesta por piedras preciosas de colores con iniciales que formaban un mensaje. La emperatriz Joséphine, recibió un par de pulseras con las iniciales de sus dos hijas, Eugenia y Hortensia. Por aquel tiempo, Chaumet asoció su talento con el del contemporáneo artesano de relojes Abraham-Louis Bréguet.

 

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El primer reloj de Chaumet se remonta al año 1811: un conjunto de relojes pulsera ordenados por Eugenia de Beauharnais para Augusta de Bavaria. La abeja era el símbolo preferido del Emperador y lo utilizó para decorar su capa. Chaumet lo adoptó como el principal emblema de la Maison y, actualmente, es el motivo de la colección Attrape moi... Si tu m’aimes de Chaumet.


Chaumet, maestro del romanticismo

En 1815, el maestro joyero Jean-Baptiste Fossin heredó La Maison, un artista y poeta. Interpretó motivos de flores, frutas y follajes con connotaciones sentimentales con el visionario matrimonio entre piedras preciosas y esmaltes. La colección Forget-me-not personifica la memoria de la amada y el pensamiento, las hojas de mirto o la hiedra simboliza el amor eterno.

 

Otras Coronas se dejaron seducir por el gran talento del joyero tales como la Duquesa de Berry, la familia de Louis-Philippe, Rey de Francia; Eugenia de Montijo; y también el Príncipe ruso Anatole Demidoff, quien se casó con la sobrina de Napoleón, la Princesa Mathilde Bonaparte. La Reina Victoria también fue una ferviente admiradora y decidió hacer de Chaumet su joyero oficial.


Chaumet atrajo a una nueva clientela compuesta por pintores, escultores, actores y escritores como Honoré de Balzac.


Chaumet, maestro del naturalismo

En 1885, el nuevo maestro joyero Joseph Chaumet cedió su nombre a la Maison joyera y se convirtió en el indiscutible joyero de la Belle Époque y el Naturalismo.


Chaumet se distinguió por su destacada creatividad en la Corona, considerándose tanto como un emblema social como un accesorio de moda. Más de 2.000 tiaras se crearon para la aristocracia y familias reales. La tiara Colibri Aigrette de 1885 con rubíes y diamantes y la “Tiara Bourbon Parma” de 1919 producidas para la boda de Edwige de Rochefoucauld con el Príncipe Sixtus de Bourbon Parma, demostrando así sus excepcionales técnicas.

 

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El naturalismo es aún una fuente de inspiración para los diseñadores contemporáneos. Los motivos de gotas de rocío y las arañas y abejas multidimensionales son el tema de fondo de la colección Attrape-moi... si tu m’aimes (Atrápame... si me quieres) de Chaumet.


De un estilo indígena al art déco

Chaumet basó su inspiración en las pinturas cubistas, los motivos del antiguo Egipto y el exotismo de Oriente que influenciaron la moda de Francia en el 1930. La nueva línea acabó por imponerse en la joyería: cintas para el pelo con motivos geométricos, cinturones, hombreras de inspiración militar, clips y broches. El joyero participó en la Exhibición de Arte Decorativo en París en 1925 y se convirtió en el maestro que lideró el estilo conocido como “Arte Déco”

 

Chaumet, joyero de sentimiento

Actualmente, Chaumet continúa su legado de expertos en la Alta Joyería en su taller parisino del número 12 de la plaza Vendôme. Chaumet conserva el arte del lenguaje sentimental a lo largo del tiempo.
Las colecciones revelan mensajes ocultos... Attrape-moi... si tu m’aimes (Atrápame... si me quieres), el naturalismo de la evocación a la seducción, del amor secreto entre una abeja y una araña. Le Grand Frisson, la expresión abstracta de amor a primera vista, un castillo de fuegos artificiales de piedras preciosas.
Liens, símbolo de unión, de una declaración. Joséphine, la colección del anillo tiara que incorpora el poder sentimental, la coronación del amor.


Con “Un Âge dÓr, Chaumet echa la vista atrás por primera vez a unos años en los que la exploración creativa no conocía límites. Concebida por Vanessa Cron, la retrospectiva es ante todo un homenaje a esas colecciones desbordantes.

 

Plaza vendôme 12, el corazón y el alma de chaumet

La casa anfitriona de Chaumet ostenta la insignia de la boutique, las habitaciones históricas, el taller de 
Alta Joyería y el estudio de diseño.


El Gran Salón, está catalogado como monumento histórico desde 1927. Situado en la primera planta, el 
salón maestro de Chaumet fue encargado al arquitecto Bélanger en 1777 por el Tesorero General de la 
Armada del Rey Luis XVI.


En perfecta armonía junto a las fachadas de Mansart, las columnas corintias se multiplican hasta el infinito gracias al efecto de los espejos.


La memoria del primer maître des lieux sigue aún presente gracias a las numerosas referencias al tema 
marítimo en la artesanía de madera, la marquetería y los medallones pintados. Fue en este salón también donde Frédéric Chopin compuso y tocó su última obra, Mazurka Opus 68 No. 4.
 

 

El salón de las tiaras - Escaparate de las colecciones históricas de Chaumet 

Las colecciones históricas de Chaumet decoran las paredes del Salon des Diadèmes donde cientos 

de “maillechorts” ilustran el prestigioso pasado de Chaumet, esos modelos de tiara, en níquel plateado, 
son el concepto final antes de la joyería hecha a base de metales y piedras preciosas. El patrimonio de 
Chaumet es excepcional dentro de la historia de la joyería: cientos de miles de acuarelas y dibujos hechos por los ganadores del “Gran Premio de Roma”, casi 300.000 copias fotográficas, 35.000 placas de vidrio, 
libros de contabilidad y correspondencia, están archivadas y a la vista de los testigos de los logros de la 

Maison Chaumet a lo largo de las generaciones. La habilidad del taller de la Alta Joyería y la artesanía. 

Desde la tiara hasta el anillo tiara de la colección Joséphine 2010. La herencia de Chaumet se muestra en las principales exposiciones internacionales, Béatrice de Plinval es la encargada de custodiar el patrimonio.
 

 

Chaumet presenta “Un Age D’or ”

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